En un caldero hirviendo con aceite caliente, una masa de harina se fríe, tiene forma circular y con un orifico en el medio. Al salir, será bañado con dulce o almíbar de miel de abeja o de caña y será un momento para compartir con los amigos, la familia o en soledad, porque sí, el buñuelo se come así sea estando solo.
Mientras más caliente esté el aceite mejor
En una oportunidad anterior escribí sobre el buñuelo como un elemento de la merienda jujeña, pero ahora, tratándose del Festival del Buñuelo, que se realiza por tercera vez en el marco de las fiestas patronales en honor a la Virgen del Carmen, uno no puede desaprovechar la ocasión para referirse a este alimento.
Mucha gente se acercó a los distintos kioskos
En el predio ubicado en la Av. Centenario esq. Sarmiento, camino a los diques, este evento trajo a propios y foráneos a degustar no solo los buñuelos, que estaban en competencia, sino otros platillos como el API, las tortillas rellenas – no debemos confundirlas con las españolas que son de patata – o los bollos, tampoco deben confundirse con los venezolanos, todo para pasar de lo más abrigado y con la «barriga llena» en una fría tarde de julio.
Mucho frío, ideal para los buñelos
La historia de los buñuelos nos lleva a España, donde se encuentran recetas «desde el siglo XVI y se dice que uno de los postres favoritos de los árabes que estaban aposentados en Granada, eran los buñuelos de agua miel, una masa que se freía en aceite y posteriormente se bañaba en miel hirviendo».
Cada país parece tener una versión de este postre, aunque también se dice que sirven para acompañarlos con la comida salada. En México, por ejemplo, los » buñuelos son una de las tradiciones más antiguas en las fiestas decembrinas, cuando se antoja saborearlos bañados con miel de piloncillo, aromatizada con canela y clavo. Una cosa curiosa: en el recetario de Sor Juana Inés de la Cruz figuran tres recetas de buñuelos, mejor conocidos en el Virreinato como «puñuelos», ya que la masa se aplastaba con los nudillos del puño».
En «Colombia se suele juntar una medida de queso fresco molido, huevos, harina de maíz con un poco de almidón y azúcar. Mezclando todos esos ingredientes se fríen hasta dorarlos. Son dulces típicos en celebraciones señaladas, como el Día de Todos los Santos, Pascua o las Fallas de Valencia (España)».
Pero volviendo a El Carmen y su Festival del Buñuelo, varios fueron los kioscos que se presentaron a la competencia donde el jurado, integrado por el intendente Adrián Mendieta y otras autoridades con el apoyo de algunos turistas invitados, fue el encargado de seleccionar el ganador. En muchos de los puestos se podían ver pancartas indicando que ellos habían sido los ganadores de ediciones pasadas, así buscaban atraer el mayor número de compradores, que no solo estaban por el buñuelo, sino por el API y las otras delicias que salían de los fogones. Es importante recordar que a la hora de freír los buñuelos debemos prestar atención para que la masa no se pegue, por ello hay que vigilar que siempre quede el hueco en el centro, sino no serán buñuelos.
El precio de la docena de buñuelos bañados con miel de caña estaba entre los 15 y los 20 pesos, entre dos y dos con 50 dólares aproximadamente, aunque también existía la posibilidad de comprar media docena.
Quesos, dulces en conserva, bebidas calientes (además del API había té e infusiones), pasteles de queso o tamales eran otras alternativas al buñuelo.
Como esta es una celebración a la Virgen del Carmen, en el 3er Festival del Buñuelo no podía faltar la música, que estuvo a cargo de conjuntos folclóricos y escuelas de danzas.
Media docena de buñuelo para llevar a casa
Pastel de queso, en Venezuela también lo hay pero no tan grandes co mo en El Carmen
Lo que normalmente es el camino de los vehículos que van o regresan de los diques, estaba en esta oportunidad lleno de mesas, donde las familias compartían el momento y degustaban los buñuelos calientes que constantemente iban saliendo de los calderos, sin importar cuál de las «buñueleras» recibía el favor como la mejor del Festival, porque lo importante era pasar el rato con los seres queridos, un domingo distinto y – sobre todo – llevar luego algo de estos postres a la casa para, más tarde, volver a deleitarse con estos dulces fritos y recordar el tiempo en familia, o esa es mi Visión Particular.
PD: Si quieren hacer unos buñuelos caseros aquí las dejo una recta de Facundo Márquez publicada en amojujuy.blogspot.com.
BUÑUELOS
Ingredientes:
1 Kg. de harina sin leudante
50 gramos de levadura
5 huevos
1 cucharadita de ralladura de limón
½ taza de miel de caña o de abejas
½ cucharada de azúcar
½ Kg. de zapallo cocido frío
Preparación:
Se pone a leudar una taza de harina con la levadura diluida en media taza de agua tibia de modo que se forme una masa semilíquida. Una vez leudada la preparación, agregar el resto de harina, los huevos, la ralladura de limón, el azúcar y el zapallo en puré. Batir la masa, bastante hasta obtener una preparación liviana. Fritar en aceite caliente.
ALMÍBAR DE MIEL
En media taza de agua hacer hervir un trozo de canela en rama durante cinco minutos. Agregar la miel, mezclar y dar dos minutos de hervor. Servir los buñuelos en un plato o fuente, rociarlos con el almíbar.
Nota: De la misma manera se preparan los buñuelos de manzana, de banana o de pera, cortándolas en pequeñas rodajas y agregándolas a la masa, procurando al fritar que se doren.
Francisco Lizarazo
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