CAFÉ
CAFÉ, CAFÉ , CAFÉ
CAFECITO DE MI VIDA
QUE CON TU HUMO ME DESPERTABAS CADA DÍA
DIME TÚ, QUE MANO AVARA
TE HA SUBIDO POR LAS NUBES
QUE HOMBRE CORRUPTO DE MÍ TE ALEJA.
CAFECITO TAN QUERIDO
NEGRITO Ó CON LECHE
ENDULZADO CON AZUCAR Ó PAPELÓN
YA ME ESTAS COSTANDO CASI UN MARRÓN
CAFÉ DE TACITA
DIME AHORA, QUE LE DOY A MI VISITA
O ES QUE ACASO LUIS, EDUARDO
JAIME, DAVID, GONZALO
TEODORO, CHUCHO, JACINTO Ó JOSÉ
NO TOMÁN CAFÉ
NO DESEO TÉ
QUIERO BEBER CAFÉ
PERO LA ROSCA ME LO IMPIDE
Y EL BONO NO ME FAVORECE
POR ESO DE TÍ, ME DESPIDO
TRATANDO DE OLVIDARTE
PERO SABIENDO
QUE POR TODA MI VIDA
TE HE DE RECORDAR
¿Puede el hecho de tomar café ser una manera de arte, una expresión cultural de los pueblos?, Acaso ¿solamente con tomar una taza estamos en presencia de un hecho cultural que une a los pueblos?
Este poema escrito por un alumno por allá en los 80´s del siglo pasado es una manera de afirmar que sí, que el café o su mención puede ser una manera de unir y mezclar, como en una buena taza de espumante aroma, el arte con un producto humano que está ligado a nuestra mañana, tardes y noches sin importar el lugar de este plantea que habitemos.
En las mañanas, luego de pelear con el despertador, quienes lo hacen, porque otros – como en mi caso – saltamos en lo que oímos la alarma, procedemos a bañarnos y en el desayuno muchos no pueden salir de sus casas sin antes tener su primer contacto del día con el café, que es un ritual tal importante como el haberse duchado o cepillado los dientes. Hay quienes salen de sus hogares con la taza de café en la mano, otros llegan a sus oficinas o lugares de trabajo y necesitan esa dosis temprana de cafeína para iniciar las labores.
Algunos consideran que el café es una chispa que les ayuda a Despertar a la Vida, y por el aroma, como decía una vieja cuña comercial de Venezuela, se reconoce el buen café.
Pero esta bebida va más allá de solo ingerirla, está también asociada al envase donde viene, ya que para muchos no puede haber café sin una taza preferida, su vaso consentido, o un recipiente que compramos en una tienda y nos hace el día más atractivo.
Y hablando del arte de la taza, Nescafé@ apoyó el genio creador mexicano, por lo que convocó a ocho arquitectos y diseñadores industriales, para que — al igual como se hace con el café – compartieran su mirada sobre este elemento que ayuda a iniciar la jornada, comenzar la tarde, compartir con los amigos o finalizar una buena cena.
El resultado fue Expo Tazas Reforma 2012, una serie de ocho esculturas en las que, cada uno de los artistas, nos muestra la belleza de la existencia.
Las protagonistas de la muestra que se encuentra sobre Paseo de la Reforma, entre Río Misisipi y Río Elba (el Hotel St. Regis y Torre Mayor), son tazas de Café. Diferentes colores y materiales que al momento de agruparse en las estructuras escultóricas, logran atrapar la atención de todos los paseantes, incluso pueden sumergirse en la obra, formando parte de ellas y/o interactuando.
Estas obras son fruto de la imaginación de Francisco Serrano, Mario Schjetnan, Bernardo Gómez-Pimienta, Fernanda Canales, Michel Rojkind, Manuel Cervantes y Alejandro Quintanilla y Alejandro Castro (el único diseñador industrial), todos bajo la
curaduría de Ernesto Betancourt, acercando de esta manera el talento artístico mexicano con el placer que es beber café y, más importante, pudiendo compartir las experiencias y sensaciones que genera en cada uno el hecho de beber esta delicia negra.
En las 8 muestras se puede ver cómo los creativos plasman su concepción sobre el uso de las tazas más allá de ser un mero receptáculo de café y lo transforman en piezas que pueden servir de materos, para jardines, con mensaje
s ecológicos y de información sobre el proceso de producción del café, y cuántas personas están involucradas en esta actividad. También hay quienes usan sus genios creativos para hacer túneles para los amantes, aunque no beban café, o torres que pueden provocar suspiros al ver su extensión.
Incluso las campanas de las iglesias se pueden tener en las tazas. Una de las ob
ras también forma un círculo rojo, como si fuera la boca de la taza que tiene en su interior un árbol como recordándonos que lo que bebemos es un productos de la naturaleza y que debemos cuidarlo.
Para estómagos sensibles
Al admirar estas obras uno se puede llegar a maravillar con el genio creador de los artistas y sus miradas sobre el uso de las tazas de café, pero a la hora de beberlo hay quienes se abstienen o lo hacen en pocas cantidades.
La razón de este comportamiento es que si bien tomar café ayuda a prevenir algunas enfermedades como el cáncer de colon, la cirrosis hepática y el mal de Parkinson, entre otras, no es menos cierto que para algunas personas el complicado beber café pues son sensibles del estómago y les irrita el organismo.
Claro, muchos podrán decir, como el barista Paramaconi Acosta, que no todo el café es igual, y además, siempre influye la manera de elaborarlo, porque dependerá mucho la suavidad o fuerza de una taza.
Entrando en materia química, utilizo una explicación tomada de cocinayvino para resaltar que el café ya elaborado «es un producto es ácido; sin embargo, su nivel de acidez es menor que el de la cerveza, los refrescos y algunos jugos naturales o procesados. La acidez del café se debe a que los ácidos grasos del grano de café son solubles en agua a altas temperaturas y por ende, se transfieren a la infusión que bebemos».
En esta explicación se menciona que «el nivel de acidez del café varía entre los distintos orígenes y mezclas, y aunque a algunos aficionados les resulta muy placentero un café con acidez, es mejor buscar un más suave si se es propenso a la irritación estomacal. Otro factor que modifica la acidez del café es el tostado; a mayor tostado, se reduce la acidez del grano, así que aunque el sabor sea más fuerte, es en verdad menos ácido. Tomando en cuenta lo anterior, un café elaborado con un grano bastante tostado, y extraído con un método rápido, será menos irritante. Por ello, un espresso bien hecho resulta menos irritante que un guayoyo, de sabor más suave pero mayor exposición al agua caliente».
Otros de los consejos que se encuentra en este artículo es que «para disminuir la acidez del café son añadir una pizca de bicarbonato de sodio, no tanta como para que se sienta el sabor. También se puede intentar hacer una infusión lenta con agua a temperatura ambiente (deja los granos en el agua 24 horas). Existen algunas compañías que han comenzado a producir café tomando en cuenta a los consumidores de estómago delicado, y aunque sus productos se consiguen principalmente en Estados Unidos, es también una alternativa que se puede tomar en cuenta».
Pero dejando de lado el aspecto químico del café, lo más importante es que al beberlo se establece un vínculo social, porque siempre es un elemento que conlleva a la conversación a pasar
un momento agradable.
Por eso investigando un poco, encontré una encuesta en yahoo que habla de ¿cómo se toma el café en cada país? y estas fueron algunas de las respuestas que compartieron los internautas.
«En España, es infinita la cantidad de combinaciones con sólo café y leche (nubes, manchado, americano, largo, corto, con leche, cortado, mitad-y-mitad, solo, trifásico, capuchino, irlandés, vienés, con hielo, servidos en vaso, en taza, en tubo, etc. etc.) Se multiplica todo por 2 si incluimos el descafeinado. Las comandas de los bares algunas veces parecen recetas. Nos lo tomamos fatal cuando no nos sirven exactamente lo que hemos pedido, nos sentimos insultados: «¿qué se habrá creído el tío este? como si esto fuera un cortado… valiente m….. » ¿A uds. también les pasa?»
«Aquí en México también se toma como en España y en algunos lados le añaden tequila en lugar de brandy, pero
básicamente son los mismos estilos de preparar café. Antiguamente muchas personas introducían pedazos de queso en las tazas con café, pero esa costumbre está prácticamente erradicada».
«En el P. Vasco he visto echarle un poco de sal. Pero queso… Probaré en casa. Muy amables todos, un saludo muy cordial».
«Hola, en mi país el café forma parte del diario vivir, no se concibe un amanecer o un atardecer sin su aroma. La forma más usada es el guayoyo que consiste en un café clarito y muy dulce, también para muchos es agradable un café fuerte, se le dice cerrero y es el que toman los hombres recios del llano. Soy venezolana, y me encanto esta pregunta».
«Lo más MEJOR
del café es que tú te lo puedes toma como quieras…con leche con azúcar sin azúcar….la cuestión está en saberlo cocinar para así obtener un excelente café…mira yo soy colombiano y soy de la región cafetera y allá el café se cocina de la forma más fácil…..pones a hervir agua en una olla después agregas el café a tu gusto y lo pones a reposar….por unos instantes….ahhh y te digo a tu gusto porque a unos les gusta el café bien negro y a otros más claro….a mí en lo personal me gusta término medio….y si quieres un excelente café consigue uno q haya sido secado al sol no en hornos….esa es la receta de los caficultores….ESE ES EL MEJOR CAFE».
«… Y cada persona puede añadirle, canela, azúcar refinada, azúcar morena, chocolate o licor, brandy, ron, wisky, anís, Amareto, Frangélico….. a su gusto…!»
Pero además de ser un elemento que sirve para reunir a las personas para que pasen un momento agradable y de amistad, el café puede servir en las causas ecológicas, tan en boga hoy en día. Así lo está demostrando Starbucks que inició investigaciones para desarrollar detergentes con los restos de comida y café que se producen a diario en sus establecimientos. La idea es hacer a la «empresa más sustentable y amigable con el medio ambiente. Pero la organización ha decidido ir un paso más allá, trasladando la iniciativa a sus instalaciones». «Están implementando, en base a madera orgánica y acero corrugado, una nueva tendencia en sus instalaciones, esto les ha traído su primera certificación LEED (Leadership in Energy & Environmental Design), una importante certificación que avala las características eco-amigables y sustentables de los edificios que actualmente se pueden encontrar en Holanda y Colorado».
¿Tomamos más café ahora que antes?
Mi amiga Yosmar Herrera todos los días invita a sus amigos en el Facebook a tomar café a primera horas de la mañana, eso sí, es una invitación digital, así que cada quien esté donde se encuentre puedo tomarlo a su gusto y en la cantidad que desee. Pero hablando de cantidades que bebemos de café los venezolanos, Paramaconi Acosta, director/instructor de la Escuela Venezolana del Café, @Es
cuelaDelCafe, www.EVC.com.ve, menciona en elgourmeturbano.blogspot.com que en «Venezuela el consumo per cápita del café ha ido descendiendo vertiginosamente. En muchos casos nuestros grandes enemigos son los gastroenterólogos, cuando por motivos de salud nos prohíben tomar nuestro tradicional cafecito. Esto ha hecho que muchos se refugien en el creciente mercado del té».
Basa su afirmación en tres aspectos: la calidad del grano; la manipulación de lácteos y la higiene de la estación de espresso. En cuanto a la calidad del grano expone «Ya sabemos que el café en Venezuela está regulado y esto trae como consecuencia una sensible baja en la calidad. Debido a la falta de selección en las cerezas, muchas frutas inmaduras llegan al consumidor teniendo como resultado una taza astringente que desata una inminente acidez. Cuando el café proviene de cerezas 100% maduras, ese malestar no aparece».
Sobre la manipulación de lácteos Acosta opina que «es común ver que tanto el litro de leche abierto al lado de la cafetera como la leche que se encuentra en la jarra con la que la vaporizan son usados al unísono al momento de despachar el popular Con Leche. Esa “leche madre” se contamina con bacterias ya que al pasar los 5 grados centígrados estos microorganismos comienzan a activarse», mientras que en el tercer punto señala que «las estaciones de espresso, al igual que las ollas y sartenes de la cocina, también debe limpiarse y generalmente en los expendios de café no se aplica un mantenimiento diario de rigor como los estándares y la higiene lo exigen. Para una correcta higiene en la estación debemos cumplir con el ciclo de mantenimiento por bebida, por hora, por día, por mes y por año. Esto garantizará longevidad a nuestro equipo y calidad en las bebidas que preparemos».
Pero pareciera que no es tan sencillo entonces tomarse un buen café y eso origina que cada vez se tome menos esta bebida en Venezuela, entonces surge la pregunta: ¿Qué hacer?
Es que para Acosta «no podemos entender un café si no conocemos su contexto, por eso la Cata de Cafés Venezolanos inició de lo general a lo específico. Comenzamos desde la misma planta, la Coffea Arabica, pasamos por la historia del café y caímos en el Café en Venezuela. Nuestro inicio como país cafetalero se remonta al año 1730».
Durante la cata, el barista hizo una revisión del pasado, presente y lo que el llama el «lúgubre» futuro del Café Venezolano, ya que estamos importando el 80% del aromático, aunado a las regulaciones de precio del café que están diezmando a nuestros caficultores.
Tomemos el café de la manera que nos agrade lo importante es recordar que en le caso venezolano preparar un buen guayoyo es parte de nuestra cultura y para ello se «deben tomar en cuenta la transferencia térmica de los materiales a la hora de preparar café en la Moka Italiana (Greca)», pero sobre todo, debemos estar claros que a la hora de preparar café, no hay nada mejor que hacerlo entre amigos, sea cual sea el gusto de cada quien o la taza que mas les agrade, o esa es mi Visión Particular.
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