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El lenguaje secreto de los gatos

Cuántas veces habrás oído eso de “ojalá mi gato hablara, me encantaría saber lo que pasa por su cabeza”. Pero lo cierto es que el gato habla y tan solo hay que conocer su código para entender claramente que es lo que quieren decirnos.


Algunos gatos son muy claros, todos conocemos mininos que tiran de la ropa de sus dueños para pedir de comer o que maúllan incansables ante su bandeja si consideran que no está suficientemente limpia. Pero no solo exigen, también saben dar y el cariño de un gato, quizás porque no se prodigan mucho ni con todo el mundo, es algo muy apreciado por sus dueños.

Pero como todos los animales, los gatos tienen un lenguaje corporal que nos da mucha información sobre el estado de ánimo del animal y que nos puede dar pistas sobre cómo actuar en un momento determinado.

Lo que nos dice su cola

Si llegas a casa y tu gato tiene la colita tiesa y muy levantada, es que está contento de verte, si la hace vibrar, entonces es que está especialmente feliz de que hayas llegado a casa.  Una cola en movimiento es a veces interpretada por los humanos como síntoma de alegría, pero los gatos, al contrario de los perros, indican nerviosismo e inquietud y no buen humor.

Una cola tiesa, casi en línea con el lomo o ligeramente más elevada, indica interés. El gato seguramente está buscando algo o está observando a una posible presa.

Una cola encrespada como un plumero indica que el animal está muy enfadado. Y si la cola está además tiesa y apuntando al suelo, este enfado es aún mayor.

Sus orejas también son muy expresivas

Si el gato tiene las orejas rectas y las mueve siguiendo los ruidos, está tranquilo y amistoso. Si además sus ojos están entrecerrados, entonces está relajado y a gusto.

Pero unas orejas bajas son mal síntoma. Si están giradas hacia los lados, el gato se ha enfadado, pero cuándo las agacha de este modo, dejando que cada punta de la oreja quede orientada a un lado, es que está furioso y puede atacar. Si esto se combina con que enseñe los dientes, bufe y se encrespe, es que su agresividad está en un nivel máximo.


La posición de las orejas del gato nos puede transmitir bastante información

Sus maullidos

Los gatos raramente maúllan entre ellos, suelen lanzarse bufidos, quejarse o ronronear mientras se frotan, pero maullar propiamente dicho suele ser algo que hace la madre para llamar a las crías y las gatas en celo, pero poco más.

En cambio, en su relación con los humanos, los gatos si utilizan los maullidos.  Cuando realizan un maullido corto suele ser un saludo, es el típico maullido de cuándo llegamos a casa y nos saludan o de algunos gatos que parecen contestar cuando se les habla. Se les dice algo y maúllan como contestación y pueden hacerlo varias veces resultando normalmente muy divertido para los humanos.


Si un gato quiere pedir algo el maullido suele ser largo y exigente y muchas veces se ponen ante aquello que quieren: un comedero que está vacío, un bebedero sucio o una bandeja que necesita renovar la arena.

Es común ver a un gato ante una ventana realizando un ruido que parece un castañeo de dientes, sobre todo si un pájaro vuela cerca. Este maullido tan curioso indica frustración.

Si el gato se queda quieto en mitad del pasillo maullando insistentemente, puede ser un síntoma de estrés, pero también puede ser que simplemente quiera llamar la atención y jugar un poco con su amigo humano.

Los gatos también dicen mucho con sus posturas y comportamientos, pero este ya es un tema demasiado extenso y que se tratará en otro artículo.

Fotos: Francisco Lizarazo

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