Leyendas de México
Hay una leyenda que cuenta que Don Fulgencio había sido un niño muy pobre, que no tuvo infancia y debió trabajar muy duro, pero pasados los años, logró tener una gran fortuna, lo que le permitió tener todo lo que de niño no había podido.
Por ello a muchos adultos que parecen niños, y gozan de los juguetes infantiles s les dice que son Don Fulgencio, que no crecieron…pero esa es otra historia diferente a la que quiero hacer referencia.
También es la historia de un Fulgencio, en este caso se trata de Tadeo Fulgencio Mejía, un rico un ingeniero minero que se instaló en la casa junto con su esposa María Constanza de la Rivera Olmedo, aunque algunos mencionan que aún no era la esposa, sino la prometida.
Don Tadeo Fulgencio Mejía vivía en una mansión construida en el s. XVIII, por orden del Marqués de San Clemente, empresario minero dueño de las minas de Cata y de Medallo; fue ideada para ser residencia de la hija de este. Durante el s. XIX, la construcción funcionó como oficina postal hasta el año de 1890, cuando la adquirió Mejía, según algunos, para vivir con la que e
n ese entonces era su prometida.
Pero la historia de amor entre esta pareja se tuerce a principios de la década de 1890 cuando Constanza de la Rivera fue asesinada en un asalto fallido.
Se cuenta que ese evento desquició a Tadeo Fulgencio Mejía, y comenzó en él un ansia por
conectarse desde al más allá con su esposa fallecida, por lo que consultó a una «bruja», quien le mostró «extraños rituales que incluían sacrificios humanos de hombres y mujeres jóvenes». En ese momento comenzó la historia de un asesino en serie que tenía su centro de operaciones en la casa donde había habitado con Constanza de la Rivera.
¿El número exacto de víctimas?, esa es una cifra que se desconoce, pero luego que Don Tadeo Fulgencio Mejía se suicidó dándose un tiro en la cabeza, múltiples restos humanos fueron encontrados en el sótano de la casa, se dice que muchos de los cadáveres fueron incinerados.
Dentro de la mansión también se hallaron varios libros dedicados al ocultismo y la magia negra. Se cree que los rituales pudieron estar destinados al culto de la Santa Muerte. Incluso se dice que el chofer o cochero también participaba en estos rituales y era el encargado de tocar el órgano con sonidos sepulcrales, mientras se cometían los crímenes
Al final, las mu
ertes provocadas por Fulgencio quedaron impunes y por eso surgió la leyenda que la casa es sitio de múltiples fenómenos paranormales, de hecho toma su nombre debido a que supuestamente es común escuchar dentro de la casa ruidos de lamentos y gritos. Los actuales propietarios relatan que es posible escuchar también el sonido de tacones.
Todo esto es lo que se cuenta en Guanajuato, específicamente en la Valenciana, pro si no me cree, y no tiene que hacerlo, lo mejor es que se acerque a la Casa de los Lamentos, que abrió sus puertas el 24 de diciembre del 2010, donde los guías le contarán – por unos 35 pesos aproximadamente – lo que sucedió, en esa vivienda, eso sí, prepárese porque hay espantos, sonidos y colores que lo pueden impresionar o esa es mi Visión Particular.
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