«Pon en una palangana con agua el nombre de tus pretendientes, echa a la hoguera todo lo viejo, salta nueve olas de espaldas, consigue un trébol de cuatro hojas para atraer la fortuna… La celebración de San Juan vuelve supersticioso hasta a la persona más práctica, y es que, si algo tiene es que ofrece remedios para casi todo».
Venezuela es un cúmulo de contradicciones, como buen pueblo caribeño que es producto de mezclas, y el 24 de junio es una muestra de ello con celebraciones que van desde fiestas patrias hasta pagana – religiosa.
Un 24 de junio – de 1821 – fue librada la Batalla de Carabobo,
cerca de la ciudad de Valencia, donde el ejército realista a cargo del mariscal de campo Miguel de la Torre se enfrentó al republicano comandado por el general en jefe Simón Bolívar. La victoria lograda por este último, resultó decisiva para la liberación de Caracas y el territorio venezolano, hecho que se logrará de manera definitiva en 1823 con la Batalla Naval del Lago de Maracaibo y la toma de las fortalezas de Puerto Cabello.
Pero además de esta fecha patria, el 24 de junio se conmemora la fiesta de San Juan, uno de los santos que logra reunir más devotos a lo largo y ancho de nuestro país, mantiene –en algunas regiones– la antigua tradición de celebrar oficios religiosos durante la medianoche, el amanecer y la noche de la festividad. El 23 de junio, generalmente es el día consagrado al Velorio de San Juan, y se lleva a cabo ante los adornados altares donde se encuentra la imagen, frente a la cual se canta y se baila durante toda la noche al ritmo del tambor.
«Muchos son los rituales propios de la noche de San Juan, la
víspera del 24 de Junio, pero todos giran en torno al ensalzamiento del fuego. De hecho, este es el festival del fuego por antonomasia, el rey de los festivales del fuego hasta el extremo de que el culto pagano del fuego y las hogueras, se han conservado más que en otras fiestas, y la costumbre popular ha mantenido su práctica incluso dentro del mismo cristianismo, aunque éste no ha podido dar una explicación religiosa convincente de dicho hábito. El gran protagonista de la Noche de San Juan es el fuego, cuyo fin no sólo es rendir tributo al sol, sino también purificar los pecados del hombre. Antiguamente se realizaban fogatas reducidas en las que se calentaban papas o batatas, que luego eran ofrecidas a los asistentes para así asegurarles alimento suficiente durante todo el año. También se arrojaban a las llamas ropas viejas, papeles, y cualquier objeto que representara un mal recuerdo, y así se exorcizaban los malos sucesos de los doce meses anteriores».
En el caso de Venezuela, son celebraciones llenas de magia y encanto, de tambor y baile…»San Juan todo lo tiene, San Juan todo lo da. Para esta fecha, en los estados con influencia africana como Aragua, Miranda, Vargas y parte de Carabobo, entre algunos de toda Venezuela, se celebra la colorida y tradicional fiesta de San Juan Bautista, en la que se realizan diversos actos religiosos y culturales en honor al santo, durante la medianoche, el amanecer y la noche de la celebración. Las fiestas de San Juan son uno de los rituales más importantes en lo que a cultura popular se refiere, por mezclar lo místico con lo profano. Están asociadas a la purificación del agua y fuego. Comienzan en la víspera del 24 y se extiende hasta el 25 de junio. Las actividades conmemorativas se inician desde la noche del 23; con los altares adornados se realiza el Velorio de San Juan al ritmo de los tambores durante una noche larga acompañada de ritmo y licor».
Una procesión recorre el pueblo, el Santo va recibiendo
dádivas, agradecimientos y reconocimientos, los bailes al ritmo del tambor se dan en cada parada, los tambores suenan fervientemente. En Barlovento, se llevan pañuelos que se agitan en todo el camino, mientras que en pueblos de la Costa, las banderas multicolores marcan el paso del Santo por las calles de la localidad.
En las costas aragüeñas, horas antes de la víspera de San Juan, los lugareños se reúnen y sacan en una procesión marítima a las imágenes del Santo que co
rresponden a cada localidad; los peñeros y embarcaciones son adornados y hacen un recorrido en honor a San Juan que culmina en Ocumare de la Costa. Allí se congregan los San Juanes acompañados de los grupos de cada pueblo en una celebración que se denomina el Encuentro de San Juanes.
Pero si el 24 es de Fiesta, el día 25 no se queda atrás y porque
se produce “El encierro de San Juan”, cuando los «tambores descansan hasta la tarde cuando sea el momento de despedir al Santo. Llegado el momento, los guardianes lo sacan de la casa bailando y lo pasean por todo el pueblo, acompañado del sonar de los tambores y de la alegría de los devotos, hasta llegar a la iglesia. Una vez allí, acompañado por los golpes del tambor se introduce la imagen a la capilla. Las puertas se cierran y las campanas repican fuertemente como despedida del santo. Los fieles congregados en las afueras reciben dulces y caramelos.
Uno de los momentos más atractivos de toda la celebración es cuando ocurre “El robo del santo”, el cual consiste en que una vez introducido el santo en la iglesia y cuando ya se han cerrado las puertas del la misma, por un costado los cargadores sacan la imagen de San Juan Bautista y en compañía de los músicos se dirigen hasta la casa inicial de donde salió para tocar hasta el alba. Existen algunas diferencias en relación a la salida del santo, a los bailes y a los sones dependiendo de la localidad y de las costumbres, pero en general la esencia es la misma».
La fiesta es continua en honor a los santos
Pero el venezolano es un pueblo de tradiciones y de patronos que cuidan y resguardan a sus fieles, y si San Juan es importante, no menos lo son San Antonio y San Pedro, como nos lo recuerda Cantarte Producciones en una nota de prensa.
San Antonio tiene su día central el 13 de junio, cuando «el
pueblo larense expresa su devoción a través del Tamunangue, una bellísima suite de danzas que se ejecuta frente a la imagen venerada en cumplimiento de promesas por los favores recibidos. La noche de la víspera se lleva a cabo el Velorio del Santo, y frente a un altar engalanado con flores, los devotos entonan la Salve, rezan oraciones y cantan en una fiesta que suele prolongarse hasta el amanecer».
En el caso de San Pedro, este santo es venerado principalmente por dos poblaciones mirandinas que se visten de gala cada 29 de junio para festejar la Parranda de San Pedro, una manifestación popular-religiosa que consiste en un baile ritual con elementos teatrales. En Guatire y Guarenas la celebración comienza en la víspera del día de San Pedro. A la mañana siguiente, la imagen del santo es conducida desde la casa de algún devoto a la iglesia donde se efectúa la misa en su nombre.
con motivo de estas fechas de la cultura popular, la Fundación Bigott, viene realizando diversas actividades en su sede ubicada en el Centro Histórico de Petare:
En el caso de San Antonio, y coincidiendo con el solsticio de
verano, el viernes 21 de junio, se hizo un «taller cantos a San Antonio (Cantaduría de velorio y sones de Tamunangue) con cultores barquisimetanos y taller baile del Tamunangue de Sanare con cultores de la población de Sanare», mientras que al caer la tarde – a las 6 – se escenificó el «velorio a San Antonio con cultores de Lara, docentes y alumnos de los Talleres de Cultura Popular de Fundación Bigot»
La fiesta de San Pedro tendrá un conversatorio con Miguel Alciro Berroterán, coordinador del CEA de Guatire, el jueves 27 de junio a las 4 de la tarde, mientras que el 2 de julio está previsto un «taller de Elaboración de Sombreros con Eliseo Acosta, personaje de María Ignacia de la Fundación Parranda de San Pedro»
El miércoles 3 de julio, a las 4 de la tarde es la «Parranda de San
Pedro del 23 de Enero de Guatire, con la participación de la Parranda de San Pedro de Sarría, docentes y alumnos de los Talleres de Cultura Popular».
Para más información sobre las actividades organizadas por la Fundación Bigott se puede llamar a la central telefónica 02122057111, visitar su página Web, Facebook, o Twitter
El sincretismo ha hecho de Venezuela un pueblo cargado de cultura y tradiciones que muchas veces celebramos sin estar conscientes del valor que tienen, solo sabemos que son días de puente y fiesta, por lo que el trabajo que vienen haciendo instituciones como la Fundación Bigott o los representantes de la cultura popular, entre ellos «Un Solo Pueblo», es una muestra de que sin memoria somos un pueblo condenado a dejarnos dominar por otras culturas, o esa es mi Visión Particular.
PD. Las fotos son de Internet como referencia
Así se baila el San Juan en Curiepe, estado Miranda
Así es la parranda a San Pedro
En Lara se le baila a San Antonio
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