Una de las primeras recomendaciones que hacen a quienes
habitan o están en visita por México es tener cuidado con las intersecciones de las avenidas y las esquinas, porque – en general – los peatones nunca tienen la preferencia, son los automóviles e incluso los ciclistas, los amos de las carreteras.
Es común ver en las noticias en la televisión o leer en los diarios el creciente número de personas que son arrolladas a diario en la capital de Mé
xico, donde las cifras de accidentes de tránsito en la que pierde la vida un peatón es más alta en el Distrito Federal que en ciudades como Londres, Singapur o Hong Kong, lo que revela que la capital es una ciudad con un alto nivel de peligro para la gente que la camina.
En un artículo aparecido en El Universal.com.mx «Michael
King, consultor en infraestructura peatonal del Instituto para el Transporte y Desarrollo de Políticas (ITDP) y ex funcionario del Departamento de Transporte de la ciudad de Nueva York, dijo que el problema principal de la ciudad de México en materia de movilidad peatonal no es la infraestructura o la mala educación de los peatones, sino los conductores de vehículos y el diseño de una ciudad que fue pensada para los automovilistas y no para la gente».
Este reportaje menciona que en el «2006 murieron en la capital 861 peatones, lo que arroja una estadística de 2.5 muertes al día y un costo anual de 546 millones de pesos. La repercusión de este tipo de accidentes, señala la dependencia, consiste en que alrededor de 50% de las víctimas de los accidentes son personas en la época más productiva de su vida. Las familias (además) sufren la pérdida del jefe de familia y de ingresos y en algunos casos además tiene que soportar el costo de atender a sus familiares”.
Pero aunque los peatones son las principales víctimas de
arrollamiento en DF, lamentablemente no son las únicas, ya que de acuerdo a una nota de prensa de cronica.com.mx, el Consejo Nacional para la Prevención de Accidentes (Cenapra), ha expresado que «los ciclistas junto con los peatones y los motociclistas son el grupo más vulnerable, y en la capital en los últimos tres años no sólo ha aumentado el número de usuarios de bicicletas, sino que se ha elevado el número de ciclistas arrollados».
Esta realidad ha generado que la Diputación Permanente en la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) «solicitó a las autoridades locales que lleven a cabo un programa permanente denominado “ciclistas seguros”, para prevenir accidentes y promover la educación vial en la capital. La petición promovida por la coordinadora del Partido del Trabajo, Miriam Saldaña, tiene como objetivo brindar educación vial, seguridad, prevención de accidentes y cortesía urbana, con los que se evitarán accidentes entre todos estos usuarios de las calles».
En la exposición de motivos para lograr esta petición se destacó que «un microbusero arrolló y mató a una ciclista en las inmediaciones del paradero de Ciudad Universitaria. Sin embargo, mencionó que no es el único caso, ya que de manera constante estos incidentes ocurren debido a que la población en general no tiene nociones de respeto por los demás medios de transporte o peatones».
Pero – infelizmente – los casos de arrollamiento a peatones y ciclistas no solo ocurren en el DF, como lo refleja el caso de Mauro Talini, originario de Viareggio, Italia, quien padecía de diabetes y «pese a la enfermedad que lo aquejaba, recorrió miles de kilómetros como parte del proyecto Una Bici Mil Esperanzas».
El 14 de mayo del 2013, Mauro Talini, quien pretendía llegar a la meta de 25 mil kilómetros desde la Patagonia en Argentina hasta Alaska, transitaba de oriente a poniente con destino a Tijuana, Baja California, pero un tractocamión lo embistió y arrastró más de 100 metros, dejando la bicicleta y el cuerpo totalmente desechos.
El ciclista inició su trayecto por América en la ciudad argentina de Ushuaia con destino a Prudhoe Bay en Alaska, su idea era enviar un mensaje a las personas que padecen diabetes de que a pesar de la enfermedad se pueden alcanzar todas las metas y lograr un mejor mañana; éste propósito lo llevó a pedalear desde Italia a Jerusalén, recorriendo gran parte del viejo continente.
Iniciativas a seguir
Esta situación de arrollamientos y muertes por la falta de atención al manejar, ha motivado que las Naciones Unidas tomen partido y creen la Semana Mundial para la Seguridad Vial, una oportunidad para llamar la atención hacia la seguridad de los peatones.
La Segunda Semana Mundial de las Naciones Unidas para la
Seguridad Vial se celebró del 6 al 12 de mayo de 2013, con miras a «contribuirá a generar intervenciones con relación a medidas que permitan aumentar la seguridad de los peatones y alcanzar el objetivo del Decenio de Acción para la Seguridad Vial 2011-2020 para salvar cinco millones de vidas».
En este sentido, Burson-Marsteller Venezuela nos cuenta en una nota de prensa que Shell
Helix – empresa productora de lubricantes – contribuye con esta campaña de las Naciones Unidas recomendando «tener presente las medidas de seguridad a la hora de trasladarse, hacer un adecuado mantenimiento del vehículo para lograr mayor maniobrabilidad y seguridad en el camino, así como una conducta responsable de todos los conductores en las vías de tránsito».
Si bien es cierta la necesidad de concientizar a los peatones para estar más alertas y respetar las señales de tránsito, como lo hacía Renny Ottolina en sus recordadas campañas, no es menos cierto que los conductores deben aprender a manejar con mayor precaución, evitando el exceso de velocidad, conociendo las consecuencias de la conducción bajo los efectos del alcohol y las distracciones de conductores y caminantes. También las autoridades tienen su cuota de responsabilidad para mejorar la infraestructura vial, iluminación de las instalaciones utilizadas por los peatones y mayor seguridad de los trayectos hasta las escuelas y de las zonas escolares».
Recordemos que al conducir estamos frente al volante de un auto que lleva varios caballos de fuerza, que se pueden «desbocar» si no controlamos la velocidad, algo que se nos puede pasar por alto si estamos bajo los efectos del alcohol o de mal humor, como le pasaba al personaje de Disney, que se transformaba de un amable ciudadano a un «salvaje» al volante, recordemos que no siempre estaremos en la cabina del auto, muchas veces seremos peatones, así que la seguridad es algo que nos debe importar siempre, porque no sabemos cuándo nos puede pasar algo estando de un lado o del otro de la carretera, o esa es mi Visión Particular.
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