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¡Libertad, libertad, libertad!

La Universidad Metropolitana (Caracas Venezuela) fue el lugar escogido para la realización del “Foro por la

Libertad”, en conjunto con organizaciones tales como Amnistía Internacional y el Observatorio de Prisiones, los cuales consideraron oportuno y relevante exponer el contexto de la crisis que actualmente se vive en Venezuela, así como destacar las graves violaciones de DDHH cometidas a partir de las protestas cívicas y amparadas en la Carta Magna , que se iniciaron en febrero de 2014 y que han afectado, y afectan, a miles de venezolanos y sus familias.

Uno de los expositores del Foro ha sido el penalista en ejercicio Juan Carlos Gutiérrez, abogado del líder opositor, Leopoldo López. Recordemos que el pasado 10 de septiembre de 2014 el tribunal 28° de Juicio de Caracas, a cargo de la juez Susana Barreiros, publicó la sentencia condenando a López a 13 años, 9 meses, 7 días y 12 horas de prisión por los hechos que se suscitaron el 12 de febrero de 2014.

Aspectos fundamentales del caso de López según su abogado


Juan Carlos Gutiérrez señaló en el Foro por la Libertad algunos aspectos fundamentales del caso de Leopoldo López que según él, no solo demuestran desde el punto de vista conceptual lo espantoso que ha sido el juicio, sino que es un ejercicio de lo que jamás debe repetirse en Venezuela, de lo que nunca debe ocurrirle a un ciudadano nacional o extranjero que se encuentre sometido a un procedimiento judicial, en dónde sistemática y constantemente se han violado los derechos fundamentales del acusado desde el primer día de reclusión hasta el desarrollo de ese proceso.

Este proceso judicial, dice Gutiérrez, que se inició en horas de la tarde el 12 de febrero del año 2014, de oficio por el Ministerio Público y que en horas de la noche, mientras Leopoldo López se encontraba dando declaraciones y entrevistas varias desde su oficina, se estaba dictando una orden de encarcelamiento, una medida cautelar sin existir peligro de fuga y sin una investigación previa, sin existir evidencia incriminatoria, sin permitírsele el derecho a la defensa.

Algunos puntos expuestos a continuación:

La entrega

El abogado de Leopoldo López dice que este se entregó, aun cuando sabía que se entregaba a una “justicia injusta”. Se entregó con valentía y honor. Se entregó para demostrar, en los términos como él lo ha demostrado, frente a toda la sociedad nacional e internacional, de cómo funciona el sistema de justicia venezolano.

Gutiérrez no duda que no solo este caso, sino una multiplicidad de casos en Venezuela tienen características de desapego al Estado de Derecho.

Las Pruebas

El abogado indica en su exposición que durante el proceso su despacho le presentó evidencias al Ministerio Público, que constaba de testimonios, documentos y videos. La Fiscalía lo que pretendía juzgar era las expresiones y palabras de Leopoldo, por lo que sus abogados compilamos todos sus discursos, mensajes de Twitter, los mensajes expresados en entrevistas en los diversos medios de comunicación social.

Por otro lado, los testigos que lo acompañaron a la marcha del día 12 de febrero, que son testigos presenciales de su comportamiento no violento, de sus convocatorias dentro de los parámetros constitucionales… esas pruebas fueron negadas y apartadas maliciosamente por el Ministerio Público, como también fueron negados los recursos intentados con posterioridad que debían llegar al Tribunal Supremo de Justicia, negando la posibilidad que la defensa incorporara pruebas de la verdad.

El Juicio

El juicio de López no fue un juicio público como debió serlo; fue un juicio reservado, militarizado, con prohibición de acceso, eran los uniformados castrenses quienes determinaban quién ingresaba y quién no, en un trato discriminatorio y criminal.

Fortaleza de espíritu

Todos esos vicios, dice J.C. Gutiérrez, vulnera, afecta el proceso judicial, pero lo fabuloso de todo esto, amén de observar el fortalecimiento de Leopoldo López, un fortalecimiento en el ámbito intelectual, producto de la lectura intensa en que se encuentra sometido, un fortalecimiento espiritual en virtud de la rigurosidad de su dedicación de su fe católica, y el infinito amor a su familia, ese es al menos el resultado positivo de este horror que ha sido su encarcelamiento infinitamente injusto.

“Las pruebas son conclusivas, Leopoldo López será liberado; debería ser liberado por la decisión de un juez que se apegue a la legalidad… ¡Libertad! ¡Libertad! ¡Libertad!”, concluye.

En fin López es uno de los presos políticos que el gobierno de Nicolás Maduro no quiere reconocer, salvo para señalarlo como autor de todos los males que el país enfrenta.

En algún momento tendrán que ver la verdad, y todos obtendremos libertad, pero quizás se cumpla lo que alguna vez dijo James A. Garfield “La verdad os hará libres, pero primero te hará miserable”.

Noelia Mogollón

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