Todos los seres vivos tienen comportamientos distintos. Ya sea una planta, un pececito en su pecera, un perro o un gato todos se comunican y nos dicen lo que sien ten y padecen, aunque, lamentablemente, no siempre entendamos sus signos.
Sin embargo, en el caso de los gatos, hay algunos comportamientos que nos pueden ofrecer pistas sobre cómo se sienten nuestros compañeros del hogar.
De acuerdo a feliway.com «los gatos pueden demostrar su cariño y sus mejores comportamientos cuando sienten que controlan lo que sucede en su entorno».
A muchos humanos no les gusta ver o sentir que el gato se frota contra los muebles del hogar, pero es bueno que sepan que este comportamiento significa que están «liberando feromonas faciales para marcar su entorno». Al hacerlo, nos está indicando que se encuentra bien y que se siente seguro.
Por esta razón, cuando «movemos muebles o traemos objetos nuevos, limpiamos borrando sus marcas, o
realizamos reformas o bricolage», generamos que el gato se «desoriente, se estresa y cambia su comportamiento habitual por comportamientos que nosotros podemos considerar inapropiados».
«Si tu gato ha salido de su entorno durante unos días, bien por una visita al veterinario o por una estancia en una residencia durante las vacaciones (más información en la visita al veterinario y la estancia en una residencia) la presencia en casa de sus feromonas faciales habrá disminuido, así que se sentirá menos seguro. Si además hay otros gatos en casa, la llegada de su antiguo compañero les puede resultar estresante porque trae olores y marcas que son distintas, así que no le reconocerán. Es frecuente este cambio en las salidas al veterinario de uno de ellos. Para hacer que algo tan necesario para su salud no se convierta en un problema para todos, te ofrecemos unos consejos prácticos en la visita al veterinario».
Quienes tienen perros y gatos pueden ver que ambos se expresan de maneras diversas. Mientras un perro es más llamativo a la hora de necesitar algo, «los gatos son mucho más discretos y complejos a la hora de mostrar que no se encuentran a gusto».
¿Cuáles signos deben llamar nuestra atención?
Sutilmente, un gato nos estará indicando que no está cómodo o feliz cuando «se esconde o rehuye el contacto. También si vemos que nuestro minino está acicalándose en exceso es una muestra de que no lo está pasando bien en su ambiente».
«Un maullido grave o la falta de apetito, también son muestras de infelicidad, al igual que si hay conflictos con otros gatos de la casa, marcas de orina en spray, marcaje con arañazos verticales, o disminución de la actividad».
Por el contrario, cuando «un gato se siente seguro, amado y cómodo en su entorno, te proporcionará muchas señales para indicártelo».
Algunos ejemplos de estos comportamientos felices son que su cola estará levantada con un movimiento relajado de la punta. Se frotará con nuestras piernas o se acurrucarán en nuestro regazo, una gran muestra de tranquilidad.
Un maullido agudo cuando «habla» es una señal indiscutible de un gato feliz, igual que si lo vemos tumbado sobre su espalda con las patas estiradas. Mientras sea curioso, sin importar su edad, será un gato feliz y con buen apetito lo demostrará, porque cuando uno está contento come mejor.
Un gato que se siente querido y protegido será un compañero más atento y cariñoso, que nos demostrará su gratitud y eso es una – de las tantas – razones para tener un gato como compañero, o esa es mi Visión Particular.
Francisco Lizarazo
Comments