top of page

Mitos sobre los gatos


Ahora que tienes a tu gatito, es posible que recuerdes muchas de las cosas que has oído sobre los gatos. Pero hay muchos mitos y cuentos sobre ellos que son falsos. Esta lista te ayudará a separar la ficción de la realidad.

Los gatos siempre caen de pie


Desafortunadamente, esto no es totalmente cierto. Los gatos son muy ágiles e instintivamente tienden a caer de pie. Sin embargo, cada año una gran cantidad de gatos resultan heridos o incluso mueren a consecuencia de caídas. Para evitarlo, debes cubrir ventanas y balcones con malla protectora. Y, sobre todo, ¡no quieras comprobar esta teoría con tu gatito!

La leche es lo mejor para los gatos


Este mito también está muy extendido. Pero lo cierto es que si alimentas bien a tu gatito con un alimento ‘completo’, lo único que necesita beber es agua. De hecho, aunque le guste la leche, no es buena para él. A la mayoría de los gatos les cuesta mucho trabajo digerir la lactosa de la leche de vaca. En muchos casos les produce diarrea.

Untar las patas de los gatos con mantequilla les ayuda a encontrar el camino a casa si se pierden


Si quieres que todos tus muebles estén cubiertos de huellas de patitas grasientas, adelante, unta las patas de tu gatito con mantequilla. Sin embargo, si lo que te preocupa es que se pierda cuando sale fuera de casa, ponle el microchip. De esta manera si alguna vez se pierde y lo llevan a una clínica veterinaria o a una protectora, podrán comprobar sus datos y avisarte para que te lo lleves a casa sano y salvo.

Los gatos ven en la oscuridad


Tu gatito no podrá ver si no hay nada de luz. El mito apareció probablemente porque los gatos pueden ver con muy poca luz. Esto es posible porque sus pupilas pueden dilatarse muchísimo para ver el máximo con el mínimo de luz disponible.

Las embarazadas no deben acercarse a los gatos


Algunos gatos pueden ser portadores de una enfermedad llamada Toxoplasmosis, que ocasionalmente puede contagiarse a las mujeres embarazadas a través de las heces de los gatos (en las bandejas para deposiciones o en los jardines) y provocar graves daños al feto. Pero esto no quiere decir que las embarazadas no puedan acercarse a los gatos, sino sencillamente que deben tener ciertas precauciones. Si estás esperando un bebé, es mejor que no seas tú quien se ocupe de cambiarle la arena al gatito, será mejor que lo haga algún otro miembro de tu familia. En caso de que no te quede más remedio que hacerlo, utiliza siempre guantes de goma y lávate las manos a conciencia después.

Fotos: Francisco Lizarazo

Comments


Envíame un mensaje y dime lo que piensas

¡Gracias por tu mensaje!

© 2024 Creado por VP Producciones 

bottom of page