(Irlanda ofrece un variado menú con papa incluida)
Ir a una feria internacional siempre es una buena manera de conocer costumbres y principalmente para saber qué se hace en países que uno nunca ha visitado y que pudieran ser interesantes a la hora de buscar sitios para las vacaciones.
Una de las cosas que he aprendido de vivir en México, es que los países tienen una extensa gastronomía, que hace que el turista no siempre tenga fácil decidir cuáles platillos debe experimentar.
Volviendo al tema de los eventos internacionales, durante la Feria de las Culturas amigas realizada en México pude pasar por el stand de Irlanda, y claro la curiosidad pudo más – menos mal – e investigué algo sobre su gastronomía, también de su cultura, pero ese es otro tema, aquí estamos para hablar del arte culinario.
Irlanda es una isla rodeada de un mar generoso, donde – dicen los expertos en gastronomía – los salmones y las
truchas son los mejores para preparar los platillos típicos, sin dejar de mencionar las anguilas. El mar también ofrece una gran variedad de pescados que se pueden encontrar y preparar a la parrilla, guisados, hervidos, aderezados con hierbas aromáticas, entre otros.
Mi primera pregunta sobre qué comer en Dublín, la capital de Irlanda, fue ¿qué debo desayunar? o ¿dónde?, por si algún día decido ir a visitar ese país.
Me contestaron que existen muchos supermercados donde se puede desayunar sin pagar mucho, ya por ahí estamos bien, porque cuando uno viaja siempre recomiendan un buen desayuno para tener el estomago lleno hasta la hora del almuerzo o la cena, y economizar un poco, aunque seamos francos, si estamos de vacaciones quién quiere dejar de comer y probar los alimentos de donde está.
Como uno en estas oportunidades no puede hablar mucho, porque la cantidad de personas que entran y salen del stand hace imposible hacer una buena entrevista culinaria, tuve que recurrir al señor google, quien me indicó que el desayuno el Dublín ofrece en estos lugares «populares» puede estar acompañado de «máquina de café, donde tú mismo te preparas el café y suelen tener unas sillas y mesas, donde puedes sentarte tranquilamente a desayunarte una muffin, o cualquier tipo de bollería. Algunos también tienen parte de comida preparada, tipo salchichas, nuggets, bocadillos, alitas de pollo.»
El desayuno típico está compuesto por «un pan suave cocinado con soda y mantequilla, acompañado con pastel de
patata… todo frito. Los ingredientes básicos de este plato son el black pudding, huevo frito, bacon frito, salchichas fritas y por último tomate cocido», estos se llama «Irish Breakfast».
Pero ya desayunados y recorriendo como buenos turistas los lugares de esta país, que debe incluir la visita a la fábrica de la cerveza Guinness, llega el momento de almorzar, porque en realidad hay que ser religioso y cuidar de no saltarse las horas de las comidas.
A diferencia de otros países, en Irlanda la hora de la comida entre las 12:30 y 13:30 horas – muy similar a Venezuela – aunque suele ser a base de platos ligeros, como sopas, sándwiches y fruta, mientras que la cena es el alimento más fuerte para los irlandeses y la hacen entre 17:30 y las 19:00 horas.
Se sugiere que para el almuerzo se haga una comida en «una cafetería, donde se puede tomar una sopa y un sándwich, y acudir a un restaurante para cenar. Muchos pubs también sirven sopas, filetes, hamburguesas y sándwiches. Otra opción es comprar comida para llevar en un “take away”: los puestos de “fish and chips” (pescado rebozado y patatas fritas) son muy populares».
Un apartado especial merece la papa, ya sea hervida, cocida, asada o frita, porque es un ingrediente fundamental de la cocina de Irlanda, esto les viene de la época de la Gran Hambruna Irlandesa.
Con la papa se hace el Boxty, un pastel elaborado con una mezcla de patata rallada, harina de trigo, suero de mantequilla y huevo., todo ello frito a la manera de una crepe.
Otros platillos que uno no debiera dejar de probar en su visita a Irlanda es el Bacon con col: ambos ingredientes se hierven juntos y se condimentan con clavo, azúcar moreno y mantequilla.
También está el Dublín Coddle: el plato típico de la capital irlandesa es una sopa hecha a base de salchichas trituradas, acompañadas de bacon y jamón cocido, patatas y cebollas.
Entre los postres hay una extensa variedad de tartas: de queso, zanahoria, limón, chocolate o manzana. En verano, recomiendan un “Berries and cream”: fresas u otros frutos rojos acompañados de crema y endulzados con miel o azúcar.
Podría seguir contando platillos para degustar en Irlanda, pero – para usar una palabra del argot culinario – este abreboca surtió su efecto – me dio hambre – así que ojalá se animen a probar algunas de estas recomendaciones, o pensar en salir de nuestra zona de confort y comenzar a comer y beber algo que no esté en nuestro menú diario, porque como escribió Ciro Alegría: «El mundo es ancho y ajeno», solo que en nuestros días la tecnología y la modernidad nos permiten hacerla más cercana siempre que estemos dispuestos a acercarnos a ella, o esa es mi Visión Particular.
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