Recorriendo México
Estambul, la época es pleno invierno. Hércules Poirot ha decidido hacer un recorrido en el Expreso de Oriente, un
tren que en esa temporada está prácticamente vacío. A la mañana siguiente, descubre que un norteamericano, llamado Ratcher, ha sido asesinado. Inmediatamente sospecha que el asesino debe ser uno de los ocupantes del tren, entre los que se encuentran una altiva princesa rusa y una institutriz inglesa.
«Justo después de medianoche, una tormenta de nieve detenía el Orient Express en su marcha. El lujoso tren se encontraba sorprendentemente lleno para la época del año. Pero al final de la noche había un pasajero menos. Un americano yacía muerto en su camarote, apuñalado una docena de veces y con la puerta cerrada desde el inter
ior».
El Asesinato en el Orient Express es una de las novelas más conocidas de Agatha Christie que ha sido llevada al cine, y al teatro no con poco éxito de taquilla.
Lo que comienza como un simple viaje de placer se transforma en uno de los casos más conocidos de la literatura de misterio. Lo que sí es cierto es que no tenemos que viajar en el Expreso de Oriente para tener una aventura.
Por ejemplo, si uno está en Guadalajara, estado de Jalisco, en México, puede ser recogido en su hotel – a las 9 de
la mañana – para ser trasladado a la estación donde está el Tren Tequila Express, que marcará el inicio de una aventura por algunos de los elementos más tradicionales de la nación azteca.
A diferencia de las estaciones de tren de Europa, donde el frío puede helarle a uno las venas, en la estación del Tequila Express los visitantes son recibidos con música de mariachi en vivo, y para hacer más agradable la estancia también recibirán la bienvenida de parte de la Embajadora del Encuentro Internacional del Mariachi y la Charrería, quien con su traje
típico lleva el estandarte de esa historia.
Lo primero al llegar a la estación Tequila Express es que los viajeros deben registrarse; paso siguiente se les asigna un vagón con un color de carro. Luego, a las 11:00 de la mañana, se inicia el lento recorrido del tren, que dura 1 hora y 30 minutos, donde los viajeros podrán disfrutar de aperitivos (en realidad son pequeñas bolsitas de botana, no piensen que será un bufet) y una extensa barra libre bebidas se ofrecen, todo acompañado de música de mariachi, mientras un guía explica la historia de la Hacienda San José del Refugio,mejor conocida como Hacienda Herradura, punto final del recorrido, pero no de las aventuras.
Para desarrollar esta iniciativa del Tequila Express, la empresa Ferrocarril Mexicano ha dispuesto para este
recorrido de 4 coches de pasajeros. Cada coche cuenta con asientos reclinables con capacidad para 64 pasajeros. Cada furgón está alfombrado y cuenta con aire acondicionado y música estereofónica. Además de seguridad privada, servicio de paramédicos, sanitarios y atención personalizada.
Nombres como Margarita, Vampiros, Paloma, Charro Negro, Piñata, Submarino, Cuchara, entre otros, se harán familiares durante esta travesía en el tren y si nos lo conoce todos, no importa, de seguro tendrá tiempo para familiarizarse con algunos de ellos, y si va en grupo, mejor, tendrá la posibilidad de probar más de un trago. Para los más pequeños hay jugos y refrescos, y para quienes tienen otro paladar también hay opciones, aunque si uno está en el tren del Tequila Express al menos u
nas cuantas preparaciones debe tomarse, así sea un shot puro.
Como si de una convención o una excursión infantil se tratara, salvo por la presencia del tequila, el paseo transcurre entre anécdotas, nuevas amistades, intercambio de teléfonos, fotos grupales y mucha información sobre las diferentes actividades que se realizarán. Si le interesa la naturaleza, siempre tendrá tiempo de ver por las ventanas y admirar el paisaje, la velocidad del tren es la suficiente como tomar algunas fotos y recrearse con la vegetación y los sembradíos… de agave.
Transcurrido el tiempo en el tren se llega a la a la ciudad de Amatitán, estación donde se mantiene la imagen de las películas mexicanas de antaño, donde era un clásico ver las despedidas en la estación, o ser fuentes de inspiración musical como en el caso de “La Adelita”.
Ordenadamente, aunque tampoco tanto pero sí para no creer que todo es desorganizado, los pasajeros se montan en los autobuses que los conducirán a la Hacienda Herradura, que data aproximadamente de 1826.
De entrada, los turistas observan cómo sucede el proceso de “jima” o corte de las pencas, hojas duras y picudas de la planta del agave y su transporte a los hornos.
Los visitantes conocen el proceso del tequila recorriendo cada rincón de la fábrica y reciben información sobre la elaboración de la bebida, mientras observan las distintas etapas de fermentación y destilación.
En un lugar más apartado, se observa el proceso de refinación y el guía dará datos sobre temperaturas, equipo y dedicación.
Este recorrido es por la fábrica nueva, sin embargo, también existe la posibilidad de ver cómo era el proceso tradicional del tequila. Para ello, los visitantes pueden pasar la la vieja edificación – que se conserva por su valor histórico y arquitectónico. No se puede dejar de ver donde se guarda el licor, la sala de barricas donde incluso hay obras de arte elaboradas con las barricas.
Pero ya basta de tanta información y cultura, ha llegado el momento de almorzar un almuerzo buffet elaborado a
base de platos mexicanos, y para amenizar este almuerzo están bailes folclóricos, cantantes – que venden sus producciones – y trucos de «charrería».
Tras algunas horas en la Hacienda Herradura y como dice el refrán «barriga llena corazón contento» comienza el regreso a la estación Amatitán, pero no teman, la diversión aún no termina porque tenemos otra hora y 30 minutos para seguir bebiendo de la barra libre, que cierra 20 minutos antes de llegar a Guadalajara, y así volver a disfrutar los cocteles de la ida, o puede aprovechar para probar aquellos que no tuvo tiempo de beber.
Los precios para hacer este recorrido, que solamente se realiza los días sábado y domingo
entre las 9 de la mañana y cerca de las 7 de la noche, son: Adulto (desde los 12 años): 1,200.00 pesos mexicanos. Infantil (6 a 11 años): 800.00 pesos mexicanos. Tercera Edad (credencial INSEN): 1,080.00 pesos mexicanos. Todos los precios llevan el IVA Incluido.
Ya sea que uno viaje en el legendario Oriente Express o en el Tequila Express lo cierto es que estar en un tren siempre será una aventura porque no es algo que hagamos normalmente o con mucha frecuencia, así que regálese esta oportunidad de conocer no solo algo más de la historia de México, sino, más importante aún, vívala con sus costumbres, sus comidas, sus bebidas y principalmente, con su gente, o esa es mi Visión Particular.
PD. Y si de trenes se trata, nada mejor que este tema: “La Adelita”
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