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Recientemente leí en el muro de mi amigo Sergio Riobueno lo siguiente: «Este fin de semana atendí un banquete en un pueblo que se llama San Miguel de Allende, hermoso sitio por cierto y gente muy bella! Estaba armando las bandejas de meseros cuando entra una señora a la cocina y grita Oh My God!. Cuando volteo me dice ¿Are they
tequeños? a lo que le respondí que sí. Me pregunta que porque yo hacía tequeños y le dije que porque era venezolano y en Venezuela toooooooooooooodos sabemos hacer tequeños. Total para hacerles el cuento corto la señora en cuestión terminó siendo finalista de Iron Chef. Los tequeños están siendo conocidos en el mundo entero!
Me llamó la atención y de orgullo, qué venezolano no lo haría, saber que nuestro principal pasapalo, no hay fiesta
en la tierra de Bolívar sin que se presenten los tequeños, está siendo bien representado y puesto en las mejores fiestas más allá de las fronteras.
Para contribuir por lo menos con su difusión, ya que no sé elaborarlos – aunque Sergio asegure que todos los venezolanos somos expertos en su confección – pero sí puedo hablar de ellos, como buen comedor, para despertar el interés de quienes no saben de qué se trata este pequeño alimento.
Origen del Tequeño
– no confundir con los palitos o fingers de queso –
Aunque hay diversas opiniones sobre el origen de los tequeños, las referencias más antiguas provienen de Caracas (capital de Venezuela) en la primera década de este siglo XIX. Se cree que su nombre fue originado en la vecina población de “Los Teques” (ciudad cercana a Caracas). En esa época y aún mucho después, Los Teques era ciudad donde familias pudientes de Caracas pasaban largas temporadas de vacaciones. Se cree que fue creado en la cocina de una de esas familias pudientes, donde se comía bien y variado, dada la presencia de la pasta hecha a mano, que indica que eran familias de recursos o acomodada ya que podía darse esos lujos. Su nombre, tequeño, podría ser también un homenaje familiar a una cocinera tequeña (como se le dice a los oriundos de esa ciudad) que los hubiera hecho por primera vez, utilizando restos de la masa empleada en la confección de pastelitos que fueron antecesores a los tequeños.
Miró Popic da otras versiones del nacimiento del pasapalo y menciona que “el profesor José Rafael Lovera nos remite a la Caracas del siglo XIX, donde existía un barrio El Teque. En una oportunidad atraparon a un guapetón y ante la acusación de que estaba conspirando, el negó todo, diciendo que estaba “comprando unos pastelitos de queso en una panadería”. Es posible que esos pastelitos hayan derivado luego en los tequeños que conocemos ahora. Otra tesis habla de unas hermanas que preparaban comida en casa para atender necesidades de familias pudientes y de allí pasó a Caracas.
Otros advierten, según Popic, que los tequeños son de origen zuliano. La fuente dice que nacieron en la Villa del Rosario, a comienzos de siglo XX, creados por un señor de origen italiano y de apellido Franco. Interpretando el hecho, tiene sentido porque ¿qué es un tequeño? Es un trozo de queso forrado en masa que se fríe y en el Zulia, con esa ganadería generosa que pasta al sur del lago, el queso es abundante y forma parte de la dieta diaria.
Pero más allá del origen, lo cierto es que el tequeño es venezolano, no solo por su origen, sino – más importante – por su difusión, ya que en donde se encuentre un venezolano ahí encontrarán este pasapalo, que forma parte de la cultura de la gastronomía.
Para los interesados, les dejo la receta para la elaboración de 100 tequeños, no se preocupe no van a sobrar.
Ingredientes
500 gr. de harina
250 gr. de mantequilla
1 huevo
1/2 cucharada de sal
agua
Queso duro blanco (preferiblemente llanero no muy salado) cortado en palitos de unos 7×2 cm.
Abundante aceite
Preparación
Coloque la harina en forma de corona en un mesón, añada la sal, mantequilla y el huevo, mezcle muy bien y añada progresivamente agua tibia según se requiera para formar una masa suave y elástica, amase muy bien y deje reposar por lo menos ½ hora. Corte la masa en dos trozos y disponga de un mesón amplio y un rodillo para extender la masa, espolvoree un poquito de harina y extienda de forma pareja hasta que la masa este fina, corte tiras uniformes, y con ellas forre los palitos de queso muy bien, procure estirar la masa muy bien al forrar los palitos y no dejar huecos para que no se escape el queso.
Caliente muy bien abundante aceite en un sartén amplio o caldero y fría los tequeños hasta que doren.
Para facilitar la elaboración de estos pasapalos, les dejo un video explicativo.
Francisco Lizarazo
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