top of page

Acciones capaces de adaptarse al montaje

  • Foto del escritor: VP Producciones
    VP Producciones
  • 4 may 2017
  • 7 Min. de lectura

No será el miedo a la locura lo que detendrá nuestra imaginación

André Breton

En la vida hay acciones, movimientos, tendencias que nos marcan y luego nos hacen hacer de eso una parte de nuestras creaciones. Por ejemplo, el surrealismo fue un movimiento artístico surgido en Francia, en la década de 1920,  a partir del dadaísmo, y giró en torno a la personalidad del poeta André Breton. Ese mismo movimiento fue el disparador para que Eduardo Gilio proponga el “actor creador”.

Llegados de Buenos Aires, estuvieron en Jujuy miembros del grupo Teatro Acción para,  además de presentar su obra “La Revolución Surrealista, el sueño no está muerto”, ofrecer un taller de actuación con la metodología del “actor creador”.

¿Qué es eso? se preguntarán algunos, yo incluido, por lo que para conocer más de esta manera de trabajar el arte escénico, lo mejor es seguir leyendo sobre lo que conversé con Eduardo Gilio.


El taller se desarrolló en el Teatro Estación Perico y cuando llegué ya los participantes, incluidas las actrices de TeatroAcción, estaban calentando, moviéndose en el escenario, así que luego de un breve saludo me senté a ver lo que estaban haciendo, porque no hay pausas en el entrenamiento, ya que Gilio parte del principio de que todos son adultos y saben lo cuándo deben parar, ya sea para salir a tomar algo, ir al baño o descansar de acuerdo a sus necesidades, pero la acción no se detiene, eso ya es interesante de ver, porque en muchos talleres uno siempre observa que hay tiempos para el receso y para el trabajo, pero en este caso, de la cortina negra está el otro mundo, de este lado estaba el mundo escénico que no debe verse interrumpido.

Mientras los actores, o mejor dicho en vías de ser actores porque eran más los recién egresados de la escuela provincial y actores en formación que ya activos en la comunidad teatral, estaban desarrollando algunas consignas que Eduardo les había compartido, se acercó para que pudiéramos hablar de su metodología de trabajo.

“Son acciones que funcionen en escena, capaces de adaptarse al montaje que creará el autor, sin perder su impulso vital y su esencia”, me dijo en medio de la charla cuando le pregunté sobre qué es el “actor creador”.


Al verlo con los participantes del taller uno observa que el movimiento de los cuerpos es fundamental en el trabajo de los actores, pasando de la acción a la quietud, y viceversa, siempre con un ritmo definido, que marque la acción y se entienda su inicio y su final, sin dudas, cortante.

Como una respuesta a lo que es la obra que presentaron en Jujuy, la metodología de trabajo de TeatroAcción está fundamentada en la creación colectiva, mucho de ello aprendido de los surrealistas, que usaban esa manera de crear como una herramienta para alcanzar verdades intensas y profundas.

D.B Russell -Ted Danson – en C.S.I  señala que «solo se escribe de lo que uno conoce» y en el caso de Gilio uno pudiera afirmar que lo que hace viene influenciado por el llamado Tercer Teatro – creado por Eugenio Barba, formado con Jerzy Grotowski – que reivindicaba – allá por los años 70 – el cuerpo en el teatro, dándole importancia al texto, pero buscando otras estéticas.


Basado en esta premisa es que Gilio busca trabajar en «los bordes, los límites, que arriesga», que en cada obra  «arriesga algo» y que son resultado de lo investigado, de lo compartido. Yo siempre digo que el teatro comercial tiene un fin y un objetivo que es agradar, porque tenemos que agradar, porque tenemos que vender entradas y tenemos que hacer dinero. Pero si tu objetivo no es ese, sino arriesgar ir por algo más buscas construir un puente a partir de algo un poco más difícil,  pero que también al espectador le deje algo importante».


¿Qué es el actor en tus montajes?        

«Es el centro de la escena. Es el centro del trabajo teatral» 

¿Es más que el texto?

«Yo creo en la eficacia, yo creo que si no hay un buen actor, que pueda encarnar una idea mayor, por más texto que yo te de… bueno, malo, yo voy a estar viendo la «Tempestad» de Shakespeare y yo me voy si el que está trabajando el rol de Próspero yo lo creo nada de lo que está haciendo»   

Reflexioné con esa respuesta y sí, realmente un mal actor puede decir el mejor texto – y lo he comprobado – sin transmitir nada al público, por lo que en realidad la importancia la tendrá ese ser que está sobre el escenario, que tiene poco tiempo para captar mi atención porque luego de la cuarta palabra «estoy viendo la puerta porque me quiero ir», como me dijo Gilio sobre lo que genera la mala actuación.

¿Entonces cómo trabajas con los actores?

«Yo trabajo para que el actor sea eficaz, no invulnerable, siempre debe ser frágil, pero que tenga una eficacia en lo que hace. Entonces ahí sí aunque te cuente la historia de Caperucita te va a emocionar. Te puede decir número y hacerte llorar… eso para mí es lo importante».

La observación de los actores, de lo que pueden dar, transmitir es siempre un papel que debe asumir el director, y aquí coincidimos en que también su rol tiene mucho de educador, por lo que como me explicó él no tiene un plan preconcebido sobre lo que tratará en sus talleres, que duran unas 4 horas dificultando cualquier análisis, por lo que se adapta a quienes están en ese momento con él y busca ofrecer herramientas que luego le sirvan a cada uno, en sus distintas decisiones de vida.


En el taller ofrecido en Jujuy los participantes no eran actores profesionales, con dilatada experiencia y formación, por lo que las herramientas estaban dirigidas a la confianza personal en sus capacidades y que son capaces de separarse, al menos por un rato, de la realidad que – a su juicio – es lo peor que nos pasa, porque por esa misma realidad es que «no vivimos lo que necesitamos vivir, porque pensamos después». Como ejemplo gráfico y concreto de esta idea dijo que Hamlet no puede pensar que en la próxima escena va amatar al tío, ni Medea puede pensar que va a matar a los hijos.

«El actor es aquí y ahora puros y ese es el gran desafío».

¿Y cómo se logra eso?

«Es como el chico, cuando el niño juega y vos lo mirás, está con sus juguetes en su mundo, habla, hace ruido, dialoga consigo si no hay nadie… ¿Por qué? Porque sí vos le permitís y no lo molestás dejándolo que le pase algo interesante, nos sumergimos nos aislamos, nos vamos con eso, con nuestra memoria, con nuestros recuerdos, me abstraigo».

¿Por qué haces esa separación con los actores entre el mundo real detrás de la cortina y el mundo escénico que está de la cortina al escenario?

«Eso tiene que ver con mi origen Grotowski, con cómo se separaba el marco del teatro. Trato de que con los chicos haya un acercamiento, pero siempre manteniendo un respeto, no comemos no bebemos en los ensayos, ni mate». «No tengo problema, pueden comer, beber whisky, pero acá dentro no».

Dice que eso es parte de la manera de trabajo, no solo en los talleres, sino en su grupo y si hay alguna diferencia, alguna palabra entre las actrices, eso se resuelve del telón para afuera, porque dentro no puede reinar la diferencia.


Hablando de la eficacia que debe tener el actor en escena, veía a las chicas del montaje de “La Revolución Surrealista, el sueño no está muerto” y sin llegar a ser chinas o rusas se notaba el aprendizaje mediante la repetición de los movimientos, la sincronización del cuerpo al desplazarse, no ir más allá de la conceptualizado, no ofrecer más información de la necesaria. Los movimientos son tajantes, hasta aquí porque así lo pensé y no me muevo más porque no es el fin.

La frase anterior de «solo se escribe de lo que uno conoce» también se aplica a la obra presentada por TeatroAcción en Jujuy y que trabajaron un año antes de estrenarla, porque a Gilio el surrealismo lo marcó y lo influenció, por lo que aprovechando que su agrupación cumplía 35 años de carrera y que se celebraban los 120 años del nacimiento de André Bretón – uno de los padres del surrealismo –  decidió ofrecerse ese regalo, integrando las dos fechas y de ahí nace la idea de arma este espectáculo.


«Decidí homenajear a los que para mí han sido mis primeros faros en el mundo, aquellos hombres y mujeres que reivindicaban el delirio de un “loco” como oposición al discurso lógico dominante, aquellos que no temían a la locura si de llevar la imaginación al extremo se trataba, aquellos que impulsaban una belleza convulsiva como única belleza posible y que estimularían a toda una juventud para que lleven la imaginación al poder».

¿Cómo se desarrolló esta propuesta teatral?

«Los materiales que estaban creando los actores, que lo crean sin contexto, los empecé a armar y fuimos dándole un encuadre, un contexto de surrealismo. Reminiscencias de evocaciones de objetos del surrealismo, ciertas ideas de uso de la imagen y el objeto que el surrealismo proponía. Entonces fuimos por ahí y quedó el espectáculo».

Explicó que con todos los materiales propuestos por los actores él fue  dándole forma al texto y a la puesta, siempre partiendo de los estímulos dados a los actores para crear ideas. «Yo doy palabras y ellos me devuelven acciones, porque son más lindas las acciones que las palabras», dijo Gilio para explicar la metodología de trabajo que se aplica en su grupo teatral.


Y el tiempo que todo lo come, había quitado momentos de interacción con los estudiantes, así que debimos suspender nuestra charla, que pudo haber seguido por horas, pues Eduardo Gilio es un hombre de verbo fácil, con quien da gusto conversar sobre el mundo de la creación teatral, quien tiene ideas claras de lo que quiere ofrecer al público, aunque tal vez no siempre lo logre, o no con todos lo haga, pero lo importante es que está en una búsqueda constante de formas de comunicarse con los espectadores y ahí radica uno de los tantos beneficios de ir al teatro, y mientras más seguido asista uno mejor será, porque  será posible que el que está sentado tenga diversas ópticas y miradas de lo que acontece en el mundo y posiblemente alguna de esas acciones que se ven en escena, como las que muestra Gilio en “La Revolución Surrealista, el sueño no está muerto” puedan hacernos adaptarnos mejor a la realidad o saber que existen sueños que nunca deben morir, pero esa es mi Visión Particular.


Francisco Lizarazo

Comentarios


Envíame un mensaje y dime lo que piensas

¡Gracias por tu mensaje!

© 2024 Creado por VP Producciones 

bottom of page