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Amistades interraciales

En la película “El apartamento de Joe”, un joven de Iowa llega a Nueva York con la idea de vivir una agradable experiencia, pero la ciudad no es nada segura y pronto descubre lo difícil que es la vida en la gran manzana. Sin embargo, logra alquilar pequeño apartamento que se renta a muy bajo precio, por las cucarachas que en éste viven. Al final, los insectos se convertirán en sus mejores aliados.


Juntar humanos y cucarachas, el único ser vivo que se dice sobreviviría a un ataque nuclear, no es nada sencillo, tal vez por la aprensión que tenemos a estos bichos, que tan cercanos de la basura y de los alimentos encontramos.


Por eso, no es fácil – o agradable – pensar en la posibilidad de que exista algún vínculo entre las cucarachas y una familia integrada por puras mujeres, pero como Dios los cría y ellos se juntan, a Martín Mendoza, se le ocurrió narrar lo que podría suceden en dos mundos opuestos.


Por un lado están cuatro mujeres: Remedios y Clara que son las madres de Luz, sí ambas son las mamás de la adolescente y – como siempre sucede – está la vecina «metiche» – en este caso Marta – a quien le encanta meterse en la vida de los demás.


Por el otro lado están las cucarachas: Coqui, quien vive con unos hermanos españoles y un petiso revolucionario.


Lo inimaginable sucede y tras un encuentro en la casa de las mujeres, surgirán lazos de amistad, entre los más jóvenes, quienes al igual que Romero y Julieta, deberán enfrentar el rechazo y desaprobación del resto de los personajes.


La Escuela Provincial de Teatro Tito Guerra fue el escenario para la presentación de la obra «Bombachas y Cucarachas», a cargo de del grupo Circo Cromático Teatro Integral, y la producción general de Sergio Díaz Fernández, quienes participaron en la Minka Teatral, organizada por las Salas Independientes en red, de Jujuy.

Claudia Galante es la directora de esta obra que cuenta con las actuaciones de Carlota Campero, José Luis Costas, Gonzalo Esquivel, Julieta Iturbe, Nicolás Lescano, Martín Mendoza, Andrea Ramos y como actriz invitada Cecilia Abusetti (integrante del grupo A.D.N. – Arte De Nosotros)


La directora utiliza la farsa, la exageración en los vestuarios, maquillajes y actuaciones para representar esta rara relación entre animales, más bien bichos, y humanos, tratando de hacer entendible y «digerible» un asunto que – por principio – no es fácil de asimilar.


La joven Luz es de esas adolescentes modernas que viven día y noche conectada al mundo mediante el celular, enviando mensajes, fotos, y cuando conoce a Coqui decide pintarle una raya azul en sus alas de cucaracha para poder distinguirlo de otros de su especie. Este nuevo «look» provoca sospechas y burlas entre sus amigos, quienes deciden averiguar en qué anda el joven.


Mientras tanto, en la casa de las tres mujeres, la vecina ha logrado que ellas accedan a fumigar el hogar para deshacerse de las cucarachas, quienes ni cortas ni perezosas deciden contra atacar.


¿Puede el amor o la amistad superar tantas barreras? ¿Es posible que exista tolerancia entre especies? Estas pudieran ser algunas reflexiones que nos deja la obra, cuyo final no les contaré para que vean el montaje cuando puedan, porque aunque creamos que la idea de tener una relación con unas cucarachas sea una idea algo «desagradable» tal vez eso se pueda llevar a otros planos como religión, color de piel, nacionalidad y tal vez la comparación no sea tan descabellada, o esa es mi Visión Particular.

Francisco Lizarazo

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