Cacho el aventurero en busca del tesoro chino
- VP Producciones
- 26 may 2017
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Cacho es un joven – aventurero para más señas – y está destinado, o al menos él lo cree así, a descubrir un tesoro chino, por eso se embarca en una travesía, que lo llevará a lugares de la imaginación.

Así comienza la nueva obra teatral de Miguel Chauqui, titulada «Cacho El Aventurero» que tuvo su estreno en el Teatro Hilandería y es una obra de aventuras para toda la familia, pero más para los pequeños de la casa.
Cacho, interpretado por Pablo Tapia, deberá ir aprendiendo lecciones de diversos personajes, a cargo de María José López y del propio Chauqui, quien además dirige el montaje.
Veremos al protagonista en si intento por entender lo que el pato dormido quiere decirle, porque entre sueños y sueño el pato es poco lo que aclara y mucho lo que sugiera, por lo que Cacho se confundirá sobre lo que se entiende por tesoro.
Dentro de su viaje para encontrar el tesoro chino, Cacho se meterá en una pelea entre caperucita y el lobo, que a diferencia del cuento son amigos y no contrapuestos, haciendo que el aventurero lleve las de perder, por actuar en defensa de la niña, sin saber toda la historia completa de estos personajes.
Además, Cacho – que es bastante inocente – se encontrará con un mundo negro, donde habitan seres que más que provocar miedo, con una hada negra, lo que buscan es reírse a costillas de los incautos. Pero si la oscuridad es caprichosa y busca burlarse de uno, el sol no se queda atrás, haciendo que cacho deba pasar por algunas pruebas «calientes» para lograr su cometido que es descifrar los mensajes que le dio el pato dormido y encontrar el anhelado tesoro.
Juegos de palabras, malabares, acertijos y varias adivinanzas – junto a consejos ecológicos – deberá afrontar Cacho, con alguna ayuda de los presentes en la sala, para salir victorioso de su tarea, aunque diré que – sin revelarlo – el tesoro puede ser algo que no esperábamos o es que todo está al revés.
En el estreno se vio química entre los actores, buena coordinación entre la actuación y el texto. También destaca la relación de los actores con el público, principalmente niños y eso es importante a la hora de crear audiencia que se «enganche» con el teatro. Sin embargo, para resaltar aún más el espectáculo se les sugeriría revisar la escenografía y utilería, que en ese departamento están bastante «pobres». Hay que recordar que a los niños se les atrae mucho más por lo vistoso, lo llamativo, más que por buenas actuaciones y texto.
Hacer teatro para niño, aunque sea pensando en el público general, no es tarea fácil y en estos casos, más es mejor, por lo que unos cuantos efectos y trucos no hacen daño, por el contrario aumentan el interés por seguir a Cacho y sus aventuras, o esa es mi Visión Particular.
Francisco Lizarazo
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