El lugar de trabajo es sin duda una de las grandes barreras que se encuentra todo aquel que desee perder peso. Y es que no son pocas las dietas que caen en el olvido a causa de las horas de oficina y todo lo que éstas conllevan, entre otras cosas: desajustes horarios en las comidas, largas horas ante la pantalla del ordenador, continuas tentaciones de picoteo, estrés y ansiedad a causa del trabajo, y un largo etcétera.
Superar este hándicap para conseguir bajar el peso de más acumulado y mantenerse en forma, así como llevar una dieta sana y equilibrada, es posible siempre que nos decidamos a luchar contra las malas costumbres. De este modo, con un poco de voluntad, y siguiendo unos sencillos consejos prácticos, no sólo perderemos lo que nos sobra, sino que ganaremos en energía y autoestima para afrontar la jornada laboral, e incluso aumentaremos nuestro rendimiento profesional.
Prepara tu comida en casa y llévala contigo a la oficina. Evitar los restaurantes y llevar platos preparados por
uno mismo al trabajo es una de las mejores formas de ser conscientes de que comemos y sobre todo, de qué tipo de aderezos y condimentos se han utilizado en la preparación de la receta. Busca en webs de clasificados online opciones para inscribirte además a algún curso de cocina hipocalórica creativa, y conseguirás recetas deliciosas innovando cada día, y venciendo al aburrimiento, enemigo número uno de cualquier régimen.
No te saltes comidas e ingiere siempre a la misma hora. Saltarse comidas es un
camino directo al sobrepeso, a pesar de lo que pueden pensar muchas personas. Para evitarlo haz tus comidas con orden y realiza siempre cinco al día en las mismas franjas horarias empezando con el desayuno y un buen café. Consíguelo en el trabajo pidiendo a tu jefe que te permita salir a almorzar cada día a la misma hora, o al menos con tan sólo media hora de diferencia entre una jornada y la siguiente.
Sé social mientras almuerzas. Deja de lado la pantalla del sobremesa o del p
ortátil y desactiva tu Smartphone mientras comes, saliendo siempre a almorzar con algún compañero de la oficina. No sólo labrarás una relación profesional y personal más estrecha con quienes comparten contigo gran parte de tu día a día, sino que comerás de forma más pausada y te saciarás antes.
Olvida de dulces y los aperitivos grasos. Estos alimentos te aportarán una g
ran cantidad de calorías vacías que sólo conseguirán queengordes sin proporcionarte energía para desempeñar tus funciones. Cámbialos por una pieza de fruta, una tortita de maíz o un zumo natural, y cae en la tentación de forma sana y equilibrada.
Bebe mucha agua. Estar hidratado conseguirá que la sensación de sed no se confunda con la de hambre. Además de esto, beber agua ayudará a drenar tu cuerpo y a mantener en orden las funciones de tu organismo.
Ve a trabajar realizando ejercicio. Compra una bicicleta o unos patines en alg
una página de avisos y anuncios online, que también te resultarán muy útiles si te decides a buscar empleo en la red, y acude cada día a la oficina realizando ejercicio a bajo precio para ganar en salud y mantener tu silueta.
Liliana Costa – redactora de roloeganga.com
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