Marta tiene 34 años, es madre de dos niñas, una de 10 y la otra de 8 años. Todos los días, luego de llevar a sus
pequeñas al colegio, llega a trabajar como personal de limpieza en unas grandes oficinas. Ella debe llevar y buscar a sus hijas porque, como muchas mujeres, es madre soltera y no tiene el apoyo de una pareja.
Un día, Marta fue al médico, simple rutina se dijo, sin embargo, los resultados de los exámenes hicieron que todo el mundo en el que ella vivía se viniera abajo y desde ese momento solo piensa en sus hijas, en cuál sería su futuro si ella no estaba.
Afortunadamente, como dice el adagio, al inocente lo protege Dios, y María le hizo caso al doctor y fue a un Grupo de Apoyo Emocional y allí supo que vivir con diabetes y llevar una vida plena es posible, solo requiere cuidado, tratamiento, y mucho apoyo, que fue lo que ella encontró en la Asociación Mexicana de Diabetes.
Lo primero que le explicaron a María es que la diabetes es un padecimiento que se puede presentar en cualquier
persona, a cualquier edad, ya se tengan o no antecedentes de la enfermedad. Se caracteriza por el aumento del azúcar en la sangre. Durante la digestión se descomponen los alimentos para crear glucosa, la mayor fuente de combustible para el cuerpo. Esta glucosa pasa a la sangre, donde la insulina le permite entrar en las células. (La insulina es una hormona segregada por el páncreas, una glándula grande que se encuentra detrás del estómago).
En personas con diabetes, uno de dos componentes de este sistema falla: El páncreas no produce, o produce poca insulina (Tipo I); o Las células del cuerpo no responden a la insulina que se produce (Tipo II).
¿Qué implica que tengas diabetes?
Tanto María como las aproximadamente 8.9 millones de personas que para el 2006 tenían con diabetes, de acuerdo a la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición elaborada por Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), deben saber que al detectárseles la enfermedad, esto obliga al paciente y a su familia a: Un proceso educativo para entender la enfermedad; Cambios significativos y focalizados en conductas; Hábitos de alimentación saludable y actividad física; Utilización de fármacos; Evaluaciones frecuentes.
Lo segundo es determinar es qué tipo de diabetes tiene el paciente: Normalmente se habla de dos tipos de diabetes, sin embargo, la página web de la Asociación Mexicana de Diabetes menciona tres tipos:
Diabetes tipo 1:
Es un padecimiento de origen autoinmune, esto quiere decir que las células beta, encargadas de producir la
insulina, son desconocidas y destruidas por el propio sistema inmunológico (anticuerpos encargados de proteger al cuerpo contra virus, bacterias y enfermedades). Este proceso de autodestrucción es gradual y los síntomas comienzan cuando gran parte de las células ya han sido eliminadas. Se ha logrado identificar que esto puede comenzar varios años antes de que se diagnostique a la persona con diabetes. De ser así, se cree que sucede por factores hereditarios y que se manifiesta a partir de un detonante que termina por manifestarse en diabetes, pero aún se desconoce la razón precisa por la cual se presenta este padecimiento.
Diabetes tipo 2:
Este tipo de diabetes empieza cuando el hígado produce glucosa en exceso y al mismo tiempo, los tejidos (principalmente el muscular) disminuyen el aprovechamiento de la insulina, lo cual provoca niveles altos de glucosa en sangre. Esto se denomina “resistencia a la insulina” (es un defecto en la utilización de la insulina) o también porque la producción de insulina deja de ser suficiente y se desencadena por distintas razones como: Obesidad; Vida sedentaria; Mala alimentación; En la mayoría de los casos el factor hereditario es determinante.
Diabetes gestacional:
Se presenta durante el embarazo en una mujer que no padecía diabetes anteriormente. En este caso, también se trata de resistencia a la insulina. Durante el embarazo el organismo sufre cambios hormonales muy intensos y en la diabetes gestacional estas hormonas producen el efecto inverso a la insulina, elevando la glucosa en sangre. La mayoría de las veces esta condición desaparece al finalizar el embarazo, pero existen casos en que la diabetes permanece y se considera como diabetes tipo 2.
¿Cómo manejar mi nueva condición?
El vivir con diabetes requiere que las personas participen activamente en su tratamiento, por lo que deben recibir la información y conocimientos necesarios para tomar las mejores decisiones, en el día a día, orientadas al manejo y control. Esta educación evitará las complicaciones por desconocimiento y facilitará el seguimiento del tratamiento indicado por el equipo de salud para lograr el objetivo primordial: bienestar y un autocuidado exitoso.
En las consultas se revisarán los hábitos de alimentación de la persona y su situación de salud actual. Con estos datos, el licenciado en nutrición hará un esquema de alimentación individualizado que se adecúe al estilo de vida y necesidades de la persona con diabetes.
Aunque puede sonar extraño y parecer que solo de uso cosmético, los diabéticos deben hacer una revisión regular
de sus pies. El podólogo enseña el cuidado global que deben tener los pies, como: Corte de uñas, Exfoliación, Tipo de calzado, etc. También puede tratar: Uñas enterradas, Heridas, Otros padecimientos. Estos cuidados periódicos son esenciales para evitar complicaciones posteriores o, en caso de padecerlas, tratarlas adecuadamente, como puede ser: Neuropatía diabética y trastornos circulatorios. Evitar gangrena y amputaciones al identificar las lesiones tempranamente, tratándolas en forma adecuada.
Pero si el cuidado de los pies de los pacientes con diabetes es importante, también lo es la atención de otros aspectos de nuestro sistema, como por ejemplo: La Vista. Se recomienda visitar al oftalmólogo (médico especialista en los padecimientos de los ojos) por lo menos cada 6 meses para realizar un chequeo e identificar oportunamente cualquier alteración en los ojos y no por el optometrista (especialista en evaluar la agudeza visual). En el caso de diabetes tipo 2 la valoración oftalmológica se realiza desde el inicio ya que no es posible tener una idea del lapso que lleva el paciente con diabetes y es importante detectar si hay complicaciones o no.
Los dientes. El cuidado de los dientes requiere de una revisión y limpieza cada 6 meses. El padecer diabetes aumenta la probabilidad de sufrir problemas en las encías y dientes que podría llegar hasta la pérdida de piezas dentales, por lo que requieren una especial atención para evitar situaciones irreversibles al visitar oportunamente al odontólogo.
La Psquis: Recibir un diagnóstico de un padecimiento crónico como es la diabetes es un factor que cambia la vida. Es muy importante encontrar un punto de aceptación y coexistencia entre la persona con diabetes y el padecimiento, en donde haya armonía e intención de sobrellevarla con decisión y alegría. Las emociones son un factor decisivo para el control de la diabetes, por lo que una mente y un corazón equilibrado son de vital importancia para el control de la diabetes. Darse la oportunidad de encontrar un espacio para manifestar los sentimientos sin juicios ni restricciones resulta muy liberador.
La Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2006 determinó que en el caso de México la prevalencia de Diabetes es del Tipo 2 y se estimaba en esa oportunidad que entre el 30% y el 55% no se dan cuenta ha
sta que se les presentan complicaciones.
Otra encuesta, en este caso la Encuesta Nacional de Niveles de Vida de los Hogares 2005, señaló que en México 6 de cada 10 adultos presentan sobrepeso y obesidad, que son factores asociados a la diabetes Tipo 2
La diabetes tiene que ver con el exceso (hiperglicemia) o la falta (hipoglicemia) de azúcar en nuestro organismo y por ello es importante medir nuestros niveles. En ambos casos hay recomendaciones que se deben seguir para evitar males mayores.
La Hiperglucemia ocurre cuando los niveles de azúcar se elevan demasiado. Los niveles muy elevados de azúcar pueden llevar a serias complicaciones a largo plazo. A corto plazo, pueden producir coma, shock, dificultades respiratorias e incluso la muerte. En este caso, el paciente presenta los siguientes síntomas: Falta de apetito; Dolor de estómago; Vómito y malestar estomacal; Visión borrosa; Fiebre; Dificultad para respirar; Debilidad; Somnolencia; Olor «frutal» en la boca; Sed intensa; Boca seca; Necesidad de orinar frecuentemente
Cuando se presenta una Hiperglucemia es recomendable dar agua pura al diabético y asegúrese de que la tome. Sería bueno también caminar un poco para quemar algo del exceso de azúcar. Generalmente, el diabético debe inyectarse insulina en este caso. Llame al médico del diabético para más instrucciones
En el sentido opuesto, es decir, cuando se presenta la Hipoglucemia los síntomas son: El paciente se siente
nervioso, irritable, tembloroso o inquieto; Dolor de cabeza, debilidad, visión borrosa, confusión o dificultad para concentrarse; Sudor frío, ansiedad y apetito exagerado; Siente palpitaciones y pulso rápido.
Para atender estos síntomas se recomienda: 2 a 5 tabletas de glucosa (se venden en farmacias), 2 cucharaditas de pasas, Media taza de una gaseosa regular, 4 onzas de jugo de naranja, 2 cucharaditas de miel, 2 cucharaditas de azúcar, o 6 a 8 onzas de leche descremada. Después de consumir el alimento, mida el azúcar en la sangre. Si aún continúa bajo, dele otra ración de alimentos
¿Cómo vivir con diabetes?
Lo principal que aprendió María al asistir al grupo de apoyo a pacientes con diabetes es que hay que estar informados para ello es necesario aprender todo lo que pueda sobre la diabetes.
También supo que el apoyo de la familia y de los seres queridos es vital y que los pacientes deben contar el acompañamiento de un pariente o amigo en sus citas con el médico y deben conocer la nueva rutina, incluyendo los horarios de medicación y ejercicios.
Es importante recordar que el diabético no necesariamente debe llevar una dieta, sino más bien cambiar su estilo y hábitos de alimentación. Por la misma enfermedad, el diabético puede sufrir cambios de humor y podría necesitar de una mayor dosis de paciencia y comprensión.
Es muy útil conocer qué hacer en caso de emergencias y cómo manejar los equipos para atender cualquier
eventualidad.
Como se habla de evitar la vida sedentaria, el ejercicio es mejor cuando se hace acompañado, así que la familia debe estimularse para acompañar a quien padece de diabetes, así todos saldrán beneficiados, porque el ejercicio nunca cae mal.
María salió de la terapia mucho más tranquila, sabiendo que ella tiene una condición que requiere atención, pero que si presta dedicación y aprende, junto a su núcleo familiar, a cambiar su estilo de vida puede llevar una existencia tranquila, sin que se vea mayormente afectada por la diabetes.
Si ustedes padecen o tienen familiares o amigos que viven con esta condición busquen apoyo y en el caso de México está la Asociación Mexicana de Diabetes, institución que ofrece asesoría para que las personas entiendan y convivan con la diabetes. Ello están en Topógrafos # 7 – 4º piso esq. Av. Nuevo León # 300 Col. Escandón C.P. 11800, México, D.F. y atienden de lunes a viernes de 9:00 a 19:00 hrs, o pueden llamarlos a al (55) 5516.8729
En caso de no estar en México de seguro en cada país existe una Asociación que atiende a estos pacientes, es fácil buscando en Google o pueden visitar la página de Diabetv.
PD: Como es importante conocer la alimentación que requiere un paciente del diabetico, ese será un tema que trataré más adelante
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