Se acabaron las vacaciones de la temporada decembrina y – hay que reconocerlo – todos hemos aumentado unos
kilos en estas fechas, así que llegó el momento de pensar en la alud y en bajar nuestros excesos.
Hasta ahí están bien los propósitos del año nuevo, pero – seamos realistas – no siempre tenemos ni la mejor disposición ni los ánimos para hacerlo, así que la pregunta sería ¿cómo adelgazar y ser feliz en el intento?
María Fernanda Mijares, Gerente de Información y Relaciones Públicas de Proa Comunicaciones Integradas, nos informa en un material de prensa que el deportólogo ecuatoriano, José Reinhart, explica que “existen tres hormonas que se liberan cuando usted realiza actividad física, por eso es que el tiempo que usted dedique a ejercitarse se convertirá en la mejor medicina y la más barata para ser feliz”.
Lo mejor de todo es que no es necesario matricularse en un gimnasio – con lo costoso que están los gimnasios hoy en día – para comenzar a sentirnos alegres. Si en esta época usted decide ejercitarse más, ya va por el camino correcto.
Como director del Instituto de Medicina del Deporte del Hospital Metropolitano y director del Instituto de Medicina y Ciencias del Deporte, Hospital de los Valles de Ecuador, Reinhart, sugiere que hagamos paseos como un mecanismo para reducir nuestro peso. Aunque puede parecer una idea extraña, eso de pasear y hacer ejercicio, la realidad es que se propone “programar sus visitas con menos pausas para descansar y más retos, como escoger los espacios del parqueo más distantes de los locales”.
“Para que este reto sea viable, usted debe comenzar a hacer esos cambios de forma paulatina, es decir, nada va a lograr con exagerar en las actividades como cargar cajas muy pesadas, si en los próximos días no lo va a realizar más, por eso mida sus fuerzas y determine qué cosas quiere y puede hacer” explica Reinhart.
“La Universidad de Harvard demostró, en 2012, los beneficios de caminar una hora diaria. Los científicos detectaron, por ejemplo, que reduce en un 50% la influencia genética de la obesidad, uno de los principales padecimientos de la población actual. Pero los beneficios no acaban ahí, estos caminantes mejoraron su autoestima, su salud mental y el rendimiento laboral. Todas son situaciones que le dibujarán una sonrisa en su rostro”.
La alegría, al igual que el estar enamorado, es una de las cosas que no podemos ocultar, así que si nos
encontramos en este estado, será más fácil ejercitarnos, porque todo nuestro cuerpo estará dispuesto a pasear y a rebajar aquello que nos sobra.
Pero… Ojo, es importante recordar, como lo reitera el material de prensa, que debemos estar hidratados, así que cuando estemos paseando siempre debemos llevar agua, jugos, refrescos o gaseosas, incluso café o té.
Lo importante es saber que al pasear, algo que a la mayoría nos gusta, estamos también ejercitando nuestro cuerpo, y también nuestra mente, así que esté donde esté, seguramente tendrá algún lugar que visitar, conocer y mientras lo hace su cuerpo estará reduciendo el peso, eso sí, no haga trampa, no pasee en carro, ni en autobús, camine, use la bicicleta, o salga a la calle con una mascota así, el placer será mayor y la vida le sonreirá, o esa es mi Visión Particular.
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