Comenzó la nueva época escolar y surge una de las inquietudes de las madres con respecto a sus hijos: ¿Qué les damos para comer en la escuela?
Como menciona un comercial de televisión, las madres no pueden estar todo el día atentas a lo que consumen los niños durante los recreos, así que es necesario conocer qué recomendaciones dan los especialistas para evitar el sobre peso y la mala alimentación que pueda afectar a los niños más pequeños, aunque nunca está demás que los más adultos también sepan qué deben ingerir para estar más sanos.
La primera recomendación que hacen los especialistas, o por lo menos lo que sugiere Guido Silva García, nutricionista del hospital «Dr. Luis González Espinoza» de la población de Punta de Mata en el estado Monagas, es que las madres preparen las loncheras de los niños con alimentos saludables, para evitar la obesidad infantil y la diabetes. Por otra parte, la recomendación es que entre los alimentos que se deben eliminar están los enlatados, así como la charcutería, y todo lo que tiene que ver con alimentos que tienen químicos, que los utilizan para que perduren largo tiempo en los anaqueles, mientras que los embutidos contienen altos niveles de sal, que afectan el colesterol, los triglicéridos y la tensión.
Este tema no es exclusivo de los niños de un país ni de una región en específico, por lo que las recomendaciones para evitar males en la salud de los niños tienen elementos comunes.
Por ejemplo, la doctora Raquel Tejada, médica Nutrióloga de República Dominicana, señala en una nota de prensa enviada por Proa Comunicaciones Integrales, que “la base está en el equilibrio, es necesario promover una alimentación balanceada que incluya todos los grupos de alimentos, así como la práctica constante de actividad física”.
Parecen recomendaciones sencillas, el problema parece estar en que no siempre se siguen y se prefiere dejar que nuestros hijos coman frituras, como empanadas, pastelitos u otro tipo, el problema está en que no se sabe el tiempo que tienen utilizando ese aceite.
La edad también es un factor a tomar en cuenta a la hora de pensar en qué alimentos le damos a nuestros hijos, ya que durante el primer año de vida de un niño «la dieta debe estar guiada por su pediatra. A partir del segundo año, la familia toma un papel protagónico en el diseño de su alimentación y en formar los hábitos que le acompañarán durante toda su vida», de acuerdo a la opinión de la nutricionista Tejada.
Cómo determinar la dieta para los niños
Jugos de frutas naturales, como el cambur, la patilla, la guayaba, guanábana, durazno, piña, lechosa, melón, naranja, son algunas sugerencias que hacen los especialistas para que sean tomadas en cuenta a la hora de preparar las loncheras de nuestros hijos. Además, el consumo de quesos, leche, yogurt, huevos y requesón son otras recomendaciones. También está permitido el uso de harina de maíz y trigo, arroz, cereales, pan, arepa, avena y cebada.
Como los padres son factores determinantes en la dieta de los niños, y en la creación de los hábitos alimenticios, la especialista dominicana menciona que «para determinar la dieta adecuada de cada niño se deben tomar en cuenta factores como la edad, sexo, estado de salud, el tipo de actividad física que desarrolla y el tiempo de la jornada escolar». Para lograr esto, se recomienda «distribuir las comidas entre 5 y 6 raciones por día: 3 comidas principales (desayuno, almuerzo y cena) y de 2 a 3 meriendas de pequeñas porciones entre una comida y otra».
“Una dieta equilibrada debe incluir las cantidades adecuadas de cereales, leguminosas, frutas, verduras, lácteos, carnes, pescados, aceites y grasas, así como una adecuada hidratación”. También indica que la distribución calórica total diaria debe dividirse de la siguiente manera:
Para la doctora Tejada «los niños están en una etapa de desarrollo y crecimiento, por lo que necesitan muchas calorías. La Guía de Alimentación Americana 2010 indica que las necesidades estimadas para los niños varían según edad, género, talla y nivel de actividad física que realizan. También menciona que en general los niños necesitan más calorías que las niñas».
Esta Guía indica que «un niño moderadamente activo, de 4 a 8 años, podría requerir entre 1400 a 1600 calorías al día. El rango para los niños mayores y adolescentes también puede variar considerablemente. Por ejemplo, un niño activo que realiza mucho ejercicio, entre las edades de 9 a 13 años, podría necesitar entre 1800 a 2200 calorías diarias».
Aunque estos datos son aportes de investigadores, lo que se recomienda siempre es calcular las necesidades de cada niño individualmente, lo que debería hacer un especialista.
Si no se puede acudir al médico, Tejada indicó que hay una herramienta en línea «muy útil que ayuda a calcular las calorías diarias necesarias se puede encontrar en www.choosemyplate.gov» e insistió en que posible «ofrecer una amplia variedad de alimentos y bebidas a los niños».
Predicar con el ejemplo
Antes se indicó que los padres son modelos a seguir en cuanto a la creación de los hábitos alimenticios, por ello “si queremos mejorar los hábitos de nuestros hijos, la actitud que los padres tomen frente a los alimentos puede condicionar al niño a tener sensaciones agradables o desagradables de éstos”, explicó la doctora Tejada.
Otro elemento importante a la hora de crear hábitos positivos en materia de alimentación se refiere a la necesidad de realizar «por lo menos una comida en familia al día y que los padres planifiquen y preparen las comidas y meriendas en conjunto con sus hijos, estableciendo una forma divertida en la que el niño participe activamente escogiendo su propia alimentación», porque eso además de resultar en una práctica sana de alimentación, es una forma de generar vínculos en la familia y reforzar patrones de conducta.
La dieta balanceada no es lo único
A la hora de mantener la salud, una dieta balanceada no es lo único que debemos tener en cuenta, ya que no solo influye el tipo y la cantidad de alimentos que ingerimos, ya que la actividad física forma parte también de esta ecuación porque «según la Organización Mundial de la Salud (OMS) los niños y adolescentes sanos de 5 a 17 años deben realizar un mínimo de 60 minutos diarios de actividad física moderada o vigorosa. De este tiempo su mayor parte debe estar dirigida a actividad física aeróbica como caminar, correr o andar en bicicleta».
Como conclusión de la doctora Tejada: “No hay alimentos buenos o malos, solo dietas mal balanceadas. La clave está en el equilibrio y en la práctica diaria de actividad física”.
Lo importante es que los padres sean factores activos en la educación alimenticia de los hijos y formen vínculos que permitan que sean más saludables y que desarrollen la disciplina de una dieta sana acompañada de ejercicio físico, porque ese patrón será – a su vez – inculcado a las próximas generaciones, evitando d
e esta manera una población con sobrepeso u obesidad, que de acuerdo a las cifras de la OMS en el año 2010 alrededor de 40 millones de niños menores de cinco años tenían sobrepeso, lo que se puede evitar, con lo que también se contrarrestaría el desarrollo de enfermedades por mala alimentación o por sedentarismo, entra las que están riesgo cardiovascular, diabetes de tipo II, hipertensión arterial, osteoporosis, depresión o ansiedad, entre otras, o esa es mi Visión Particular.
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