top of page

“La Cocina del Escritor”

Hay títulos de relatos que uno mataría por haberlos creado, como en este caso, pero la verdad es que el que sirve para dar comienzo a esta historia no es de mi autoría, sino que lo tomo prestado de una actividad que quiero comentar.


La cocina es un lugar donde se preparan manjares culinarios, aunque también se puede hacer otras cosas, pero  ya eso queda a la imaginación de cada quién.

Decía que la cocina es un sitio para la creación, la mezcla de sabores, colores, olores, donde muchas veces se pasa parte del tiempo en unión en familia o con los amigos, pero en otros momentos es un arte solitario, que solo se comparte cuando está concluido y servido en la mesa.


Como la cocina es un lugar de preparación, Ildiko Nassr – responsable de contenidos literarios del Centro Cultural  Héctor Tizón – tomó la iniciativa de convocar a  Susana Quiroga y Mónica Undiano para – como si estuviera en la cocina de una casa – hablar y conversar en intimidad sobre los procesos creativos en la producción literaria.

Imaginando que estábamos en una cena de gala, Ildiko comenzó con algunas preguntas para las escritoras, como si fueran el aperitivo. Poco a poco se fueron cocinando los detalles de ellas, de su vida, mientras leían algunos textos, como para dar paso al siguiente plato.


El plato principal sirvió para que Susana y Mónica deleitaran  los presentes contando sobre los ingredientes que utilizan a la hora de escribir. Susana dijo que su principal ingredientes es la palabra -pero no cualquiera – porque hay que usar siempre los mejores productos para evitar como le sucedió a ella con su nieta – de 7 años – cuando le dijo que había tenido un «enfriamiento» y la pequeña le contestó que será que habrá enfriado porque lo que la abuela dijo no existe. Así que por más que se use la palabra hay que escoger las mejores para que el producto sea el mejor para el paladar.


Por su parte, los ingredientes de los que se vale Mónica a la hora de cocinar sus textos parten de la historia, el personaje, la investigación del tiempo histórico, la computadora y como elemento principal el nutrirse de lo que uno sabe, de sus vivencias, porque de allí se desgrana, como de una mazorca de maíz,  historias y no porque uno vaya a escribir en primera persona, sino que ayuda a la imaginación, fuente inagotable de la vida de un escritor.

Antes de pasar al otro plato principal las escritores aprovecharon para leer algunos textos de sus libros y así demostrar con hechos lo que ellas comentaron a  lo largo de la noche sobre la creación literaria.


Y en una buena cocina de un escritor también se tiene que contar con buenos utensilios y en el caso de Susana mencionó la libreta que la acompaña siempre porque en cualquier lugar y momento surge una idea que hay que guardar anotada en un lugar para que no se olvide y poder trabajarla después.  Como ejemplo citó el caso de la frase «Ay diosito que no se muera en carnaval» – del libro ella y él – que surgió durante una visita a Tarija en carnaval y el lugar donde se haría uno de los bailes estaba por suspender la actividad, porque el dueño del local estaba muy enfermo y una de las tías de Susana exclamó la frase que la escritora anotó para luego usarlo en el relato que tituló «Arlequín».

El recuerdo también es un utensilio que se debe tener a mano en la cocina del escritor.


Entre tanto, Mónica dijo que un utensilio que ella emplea, al igual que Susana,  es la imaginación y con ella recrea situaciones históricas que forman parte de su libro «Imaginados», sobre lo que puede haber pensado o sucedido a los héroes argentinos de la independencia y aprovechó para leer el cuento «El Hombre», en homenaje al general Manuel Belgrano.http://visiones-particulares.com/wp-content/uploads/2016/10/El-hombre-Monica-Undino.mp3

Para el postre, la conversación giró en torno a las rutinas de trabajo que van desde la fuerza de voluntad que se requiere para sentarse  a escribir y mantenerse concentrado en lo que se hace, aunque a veces hay que descansar, levantarse, dejar el texto un rato y luego retomarlo, para corregir, o desgajar como dicen las escritoras y que quede la esencia de lo que se quiere decir sin extenderse con las palabras.


Susana también hizo gala de su voz para ofrecer a los presentes un variado postre de poemas de su autoría. http://visiones-particulares.com/wp-content/uploads/2016/10/La-Patria-Susana-Quiroga.mp3

La velada estuvo acompañada de relatos en las voces de las escritoras que condimentaron las vivencias de ellas y sus maneras de afrontar el hecho literario, en un clima donde los participantes escucharon con interés lo que Susana y Mónica iban diciendo ante las preguntas de Ildiko  que – como una buena anfitriona –  se interesaba por conocer más de sus invitadas.


La creación literaria es un arte que como la comida requiere paciencia, fuego lento para que se cocine bien (de ahí la necesidad de revisar los textos) y sobre todo se necesita mucha continuidad para que nuestro plato final sea aceptado por todos y se deleiten con el aroma (sonoridad) de nuestros escritos, o esa es mi Visión Particular.

Francisco Lizarazo

Comentários


Envíame un mensaje y dime lo que piensas

¡Gracias por tu mensaje!

© 2024 Creado por VP Producciones 

bottom of page