En Matisse, Restaurante-Pastelería-Bar en Polanco, DF se presenta “La Lechuga” de Cesar Sierra.
El público-comensales va llegando temprano a la hora de la cena. Se puede degustar un menú especial realizado específicamente para el espectáculo, al ritmo que se van levantando los platos y saboreando las copas de vino comienza la acción teatral.
Cinco actores de primera categoría, talentosos y bellos emprenden el viaje de nuestro querido César Sierra.
La Lechuga, es una comedia poderosa, de humor negro, muy negro, sarcástica, muy sarcástica y de un cinismo arrollador. Tres hermanos: Virginia, (Catalina López) Vinicio, (Héctor Kotsifankis) y Víctor (José Ramón Berganza) se reúnen para tomar una complicada decisión familiar: Deshacerse de La Lechuga.
¿Quién es la lechuga?, su amado padre que yace como vegetal postrado en una cama desde hace 9 años.
Por supuesto está Héctor (Ernesto Álvarez) el esposo de Virginia y Dora (Claudia Aline González) la esposa de Víctor. Pero, ha sido Virginia y su esposo Héctor quienes han cuidado de “La Lechuga” durante casi una década. Al principio, lo que era una reunión normal y anual por el aniversario del padre, rápidamente se convierte en un verdadero desastre.
Virginia, magistralmente interpretada por Catalina López, trata de no perder la clase, la compostura, el glamour, pero el desastre llega a tales niveles que saltan los reproches, las críticas, los secretos familiares, los viejos resentimientos, en fin la verdadera familia que todos tenemos, y Virginia al igual que todos los invitados termina prácticamente agarrada por las greñas con su cuñada Dora, quien con voz de ángel le grita algunas verdades en plena cena. Héctor, interpretado por Ernesto Álvarez nos pasea por la exasperación, y la auténtica desesperación de alguien que ya no tiene fuerzas psíquicas ni económicas para cuidar a su suegro, este actor demuestra maestría, encanto, y una fuerza brutal en el dominio de la escena.
Vinicio, por su parte en la piel del actor Héctor Kotsififakis nos enternece por su torpeza, el actor logra conmovernos con su desastre de vida. Detrás de los chistes de Vinicio está el verdadero caos familiar, este actor es prodigioso, vital, brillante, astuto, y absolutamente orgánico. Víctor, el más egoísta y realista de los hermanos, interpretado maravillosamente por José Ramón Berganza, es quizá el más frío, práctico y lógico dentro de este desconcierto familiar. Dora, encarnizada por Claudia Aline González, una actriz sublime, que domina la escena a su antojo, es un personaje inolvidable, medio estúpido, medio ingenuo, es la única que realmente logra escaparse del conflicto de la trama. La única que le canta cumpleaños a La Lechuga, mientras Víctor, Héctor, y Vinicio han decidido desconectar al viejo y dejarle descansar en santa paz. Como le dice Virginia a Dora: “Eres estúpida”… (…) “No te das cuenta de nada” (…) “No sabes cómo te envidio”.
La dirección de esta pieza a cargo de Sebastián Sánchez Amunátegui es impecable. El director supo armar con una sencilla planta de movimientos muy armónicos, casi una cinta cinematográfica. Nada de exageraciones ni sobrantes. Todo está en su lugar y se mueve adecuadamente para lo estrictamente vital en la escena, además de aprovechar la arquitectura del Restaurante. César Sierra nos demuestra su veteranía como autor, una comedia mordaz que nos saca carcajadas y, unas cuantas lágrimas. Una comedia que se atreve a reflexionar sobre ese tema que muchos queremos ocultar: ¿Quién cuida a papá o mamá?, cuando ya no nos sirven para nada.
Cuando un hombre ha culminado su vida útil, y solo respira oxígeno como una lechuga tirado en una cama, ¿vale la pena mantenerlo vivo? ¿O es mejor desconectarlo? ¿Quién desconecta la lechuga? Muchas risas, ironía y tristeza juntas se chupan a través de las deliciosas copas de vino. El público aplaudió a rabiar a estos cinco actores que son un verdadero manjar, y aplaudió un texto tenaz y brillante.
La Lechuga está de jueves a sábados en este hermoso Restaurante Matisse, a partir de las 21:00. Para los que no tenemos coche, se llega muy fácil, estación de Metro Polanco, se camina unas cuantas cuadras y listo, entras a la magia del Teatro Gourmet.
¡No te la pierdas, cómete tu lechuga!
Gennys Pérez
Dramaturga
Fotos: Francisco Lizarazo
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