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Las mujeres se miran entre sí a través del teatro

Las mujeres serán olvidadas si se olvidan de pensar en sí mismas

Louise Otto


Los encuentros tienen la finalidad de compartir experiencias, intercambiar ideas, proyectos y crear alianzas para un mejor desarrollo. Con estas perspectivas es que se realizó en Jujuy el 1er encuentro de La Mujer en la Escena Teatral  del NOA (noroeste argentino), que durante  varios días reunió a teatreros de la región para reflexionar sobre lo que hacen las mujeres dentro del teatro.

Este encuentro – realizado del 23 al 26 de noviembre del 2016 – surgió como una iniciativa de El Colectivo Teatro y para ello invitaron elencos y artistas de Tucumán, Salta, y Catamarca, para que mediante sus reflexiones y propuestas teatrales mostraran sus perspectivas sobre el trabajo de la mujer en el arte escénico.

La mujer, lo femenino, el empoderamiento y las nuevas masculinidades como así también aprender del intercambio de experiencias en relación a la tarea como creadores escénicos, investigadores teatrales y gestores culturales en nuestras provincias, fueron los objetivos de este colectivo, de acuerdo a las distintas informaciones que ofrecieron en los medios de comunicación.

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Para este primer encuentro se organizaron distintos paneles de análisis y reflexión, que incluyeron «Cómo ser artista, gestora y productora, y no morir en el intento», con Mónica Yuste y Fabiola Quintos de Jujuy, Andrea García de Salta, y Jessica Migliori de Tucumán; «Empoderamiento femenino en el teatro y la cultura», con Verónica Pérez Luna y Teresita Guardia de Tucumán, y Silvina Montecinos de Jujuy; «Mujer y corporalidades en escena», con María Paz de Jujuy, Alma Canedi de Salta, y Marcela González Cortez de Tucumán; «Teatro como experiencia artística para prevenir la violencia de género», con Adriana Guerrero de Tucumán, Aylén Vilte de la Secretaría de Paridad de Género, y un representante del Teatro del Oprimido de Jujuy; y en la última mesa con directores varones del NOA,  Máximo Gómez de Tucumán, Juan Castro Olivera y Bernardo Brunetti, de Jujuy, y Diego López de Salta. También se dictarán dos talleres, «Danza en escena» e «Historias con títeres de guante» con puntaje.

Además de estas mesas, el encuentro ofreció muestras de teatro de Jujuy y de las provincias que conforman el NOA, Jujuy, Salta, Tucumán, Catamarca, La Rioja, y Santiago del Estero, además de presentaciones de libros

Una bendición para la inauguración

Dice Kusi Killa (Luna Alegre) que antes de iniciar cualquier actividad hay que bendecir para aunar energías, para resaltar la reciprocidad, reafirmando con las ceremonias rituales el deseo por una buen desarrollo del encuentro, siempre pensando en la hermandad y en el bien colectivo.

La ceremonia fue en el Museo Casa Macedonio Graz y los presentes participaron de la magia de este ritual, entonando los cánticos y ofreciendo al fuego las ofrendas para que todo transcurriera como lo habían organizado los miembros de El Colectivo Teatro.



Finalizada la ceremonia inaugural, Fabiola Vilte, Iván Santos Vega del comité organizador dieron las palabras de bienvenida, sencillas y resumidas, porque la agenda de la inauguración era extensa. Además de agradecer a los asistentes por estar en esta inauguración, hablaron de los objetivos del encuentro y de la programación que tendría como escenarios Casa de las Culturas de la Universidad Nacional de Jujuy (Unju), La Hilandería Teatro, Lamar en Coche Multiespacio y el auditorio de la Unju. Mesas paneles de reflexión y discusión, presentación de libros y espectáculos formarían parte de este encuentro.

Para proseguir con las actividades de esta inauguración, se presentaron performance a cargo de Elina RodríguezAndrea Nuño y Carmen García, que surge de un taller/seminario con Sergio Blanco, denominado Autoficciones.   

En los tres casos, los temas tenían que ver con la anécdota personal, con los sentimientos íntimos, con la experiencia de vida.


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Elina nos llevó – mediante relatos y noticias radiales – a las evocaciones de los días familiares en verano, los caballos que no quieren beber, y la pared que ella conoció cuando niña en casa de su tía, en Tucumán, y que no se podía tocar, porque allí en ese lugar – al lado del naranjo  – estaban escondidos los libros de las casas de sus tíos, primos, de la prima que nunca más apareció. 


Con canciones, inquietudes y muchos relatos sobre su vida familiar, la artista llevó a los presentes por su autoficción para dar paso a las historias que partiendo de unos lentes, tenía organizado Andrea Nuño. 


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Los lentes de la abuela María sirvieron de excusa para que Andrea hiciera un recorrido desde su crianza con ella, junto a sus primos (Tato y Mariano) para pasar por su experiencia como madre (de su hija Lila) y su viaje llegar a Brasil (en el 2001), donde participó en una ceremonia de la comunidad quirirí a la que no muchos pueden tener acceso, para descubrir que – pese a las distancias – «Eu sou índio».


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Carmen García nació en la Puna y vive ahora en Tilcara, pero a lo largo de su vida ha estado en otras regiones. Contó que es hija de minero y de una humilde ama de casa, que comenzó su actuación recitando el texto Los Nadie de  Eduardo Galeano, que menciona que algunos «sueñan las pulgas con comprarse un perro y sueñan los nadies con salir de pobres, que algún mágico día llueva de pronto la buena suerte, que llueva a cántaros la buena suerte; pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy, ni mañana, ni nunca, ni en lloviznita cae del cielo la buena suerte, por mucho que los nadies la llamen y aunque les pique la mano izquierda, o se levanten con el pie derecho, o empiecen el año cambiando de escoba».


Ella contó que este texto de Galeano la identifica, le dice quién es y llevó a  todos a recorrer su travesía desde que salió de su casa, a los 7 años – donde andaba detrás de las ovejas, juntando achicoria, cortando lana – para trasladarse a Tucumán, viajando en tren, para estar 5 años lejos de su tierra natal, con todo lo que ello conlleva, como el desarraigo y las miradas distintas sobre uno, experiencias que lo marcan a uno y que el teatro rescata para hacernos mejor, como le sucedió a Carmen García, quien agradeció a la experiencia teatral como una manera de encontrarse y poder expresarse.


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Estas historias de vida permitieron entender que todos somos migrantes, que hoy estamos en un lugar y al día siguiente nos encontramos en otro y eso siempre nos afectará, haciéndonos distintos, mejorando nuestras perspectivas, porque para saber cómo han cambiado las cosas en nuestra tierra nada mejor como viajar un tiempo.

La inauguración de este encuentro incluyó además a la danza con la actuación de Circo en Movimiento en «Acroperfo», un trabajo sobra la Violencia contra la Mujer.


Muestra Punto Fuga Hilo


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La artista Gisela Zerpa también contribuyó con esta inauguración ofreciendo desde el restaurante del Museo su muestra Punto Fuga Hilo, conformada por diversas piezas realizadas hilos de colores en una bastidor que nos pone en perspectiva sobre la mujer como un hilo conductor de la vida.


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Con nombres como Extremidad, Armonía, Omisión, Prudencia, Tensión o Dirección las piezas de esta artista son sutiles retazos de acciones cotidianas de la mujer, siempre unidas por un hilo como demostrando que todas son una, con un inicio y un fin.


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Compartir la mirada que la mujer tiene del teatro es saber cómo son, qué piensan, nos ayuda a reflexionar sobre qué debemos hacer para evitar las discriminaciones y principalmente, como lo dice Louise Otto, que no olviden pensar en sí mismas, o esa es mi Visión Particular.

Francisco Lizarazo

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