Pan de jamón, hallacas, turrón, vino, cochino, pernil o lechón, ensalada de gallina, pavo, y cualquier otra larga lista de alimentos propios de las festividades decembrinas pueden hacer que los simples mortales aumenten de peso en el último mes del año, lo que se reflejará en los primeros meses del año siguiente.
Estas simples actividades alimenticias no tendrían problema, si quienes suben de peso en estas fechas comienzan un programa para rebajar esos kilos de más que se adquirieron, el problema está cuando el exceso de comida repercute en nuestro estilo de vida, momento “ideal para generar un cambio a su favor, en pro de su salud”. Para tomar conciencia de este hecho es buen recordar que “la Secretaría de Salud del Reino Unido confirmó, mediante una investigación, que cuando una persona deja que la obesidad avance, es capaz de perder algunas facultades, al punto de imposibilitarle asumir muchas tareas o actividades que antes realizaba sin problemas”.
Este detalle entre comillas, es un recordatorio de una nota de prensa emitida por Proa Comunicaciones Integradas, donde señalan que “la obesidad es una condición multifactorial, asociada con variables como la genética, los inadecuados hábitos alimenticios y la falta de actividad física, así que si usted comienza a trabajar en ellos podrá frenar procesos que le impidan desarrollarse como en el pasado”.
¿Qué pasa cuando existe la obesidad en una persona? Volviendo a la investigación de los ingleses “la persona no solo se fatiga con acciones mínimas, sino que requiere de más tiempo y ayuda para lograr cualquier misión que se proponga. También pone en riesgo su organismo al exigirle más esfuerzo para caminar, respirar e incluso descansar”. Otro de los aspectos que valoran los investigadores son los emocionales, pues la persona tiende a desanimarse y su autoestima se derrumba.
Afortunadamente no todo son malas noticias, como lo menciona – en la nota de prensa – el endocrinólogo y pediatra nicaragüense, Enrique Medina, quien explica que “si bien la obesidad es un mal que limita física y emocionalmente a una persona, puede revertirse, condición que no ocurre con todas las discapacidades”.
Señales para actuar
La obesidad, en cualquiera de sus etapas, es una condición que debe motivar a la persona a actuar, ya que es el
detonante de muchas otras enfermedades como el cáncer, la diabetes, la hipertensión y los problemas cardiacos.
Según Medina, quien fue presidente de la Asociación Nicaragüense Endocrinología Diabetes y Obesidad (ANE) hasta mayo de 2011 y presidente de la Fundación Nicaragüense Para la Diabetes (FND), “para conocer qué tanto le limita la obesidad para su desarrollo personal, debe acudir a un médico o nutricionista para que le determine el índice de masa corporal (IMC). Si este índice está por encima de los 30 kg/m² eso quiere decir que ya está en un nivel que deber ser atendido con rapidez, pero si sube por encima de los 40 kg/m², es señal de que las consecuencias de la discapacidad ya están afectando su diario vivir y la hora de actuar es ya”.
Otra forma de determinar las señales de la obesidad peligrosa en el cuerpo es analizando su abdomen y cintura. Tome una cinta métrica, si al rodearlo suma más de 94 centímetros (hombres) u 84 centímetros (mujeres) es claro que los niveles de grasa son altos.
Hora de actuar
“La causa fund
amental de la obesidad es un desequilibrio energético entre calorías consumidas y gastadas; a eso se le unen otros factores como los genéticos que muchas veces frenan los procesos de pérdida de peso en la persona”, afirma Medina.
Para poder manejar todos los factores que propician la obesidad, es necesario un abordaje integral, que no sea de restringir alimentos, sino de aprender a comer equilibradamente. El siguiente recuadro revela cuatro de las principales acciones que usted tiene a mano para poder atacar ese mal y evitar que evolucione a discapacidad.
“En esta lucha hay que ser realista, no podemos acabar con esa condición de un día para otro. Debemos estar claros de dónde se parte y hacia dónde debemos avanzar. En ese sentido, el compromiso personal es clave” destaca el especialista.
Para que ese reto sea más viable de alcanzar, se recomienda comenzar a hacer los ajustes en la alimentación y la actividad física progresivamente. Por ejemplo, no satanice los alimentos; recuerde que no hay alimentos buenos o malos, sino dietas mal balanceadas.
Cómo está Venezuela y sus “rollitos de más”
En Venezuela, 7 de cada 10 personas padecen de sobrepeso y 65 personas de cada 100 su
fren de obesidad. Este es un mal que ha evolucionado en todo el continente y que es hora de ponerle freno con las herramientas adecuadas.
Lo principal a la hora de enfrentar los retos es la determinación, estos son consejos y sugerencias que dan los expertos y quienes trabajan con la información, pero de nada servirá todo esto si quienes leen estos artículos no deciden cambiar su manera de ser, de actuar y de relacionarse, y comenzar a prevenir los efectos que produce la obesidad, o esa es mi Visión Particular.
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