Viendo la nueva película del Llanero solitario, al ver a Jhonny Depp recordé una historia sobre el cabello largo, algo que tiene que ver con las teorías de las conspiraciones, y lo que nos ocultan los gobiernos, principalmente el de EEUU, tan de moda ahora con sus secretos de espías y robo de datos.
La versión que hace Depp de “tonto” o “toro” el indio compañero del Llanero Solitario – aunque no se entiende ese nombre si está acompañado – representa a un hombre de cabello largo, que lo luce sin problemas, no como en la serie de finales de los años 40 del siglo XX, donde el personaje siempre llevaba amarrada su cabellera y ese hecho de llevar el cabello suelto tiene que ver con la Guerra de Vietnam.
Según se recoge en el portal conspiracionenlared.es una mujer llamada Sally, de quien se advierte fue cambiado el nombre, dice: “Recuerdo claramente una noche cuando mi marido regresó a nuestro apartamento en la zona médica llevando un portafolios muy grueso oficial en las manos. Dentro había cientos de páginas de ciertos estudios comisionados por el gobierno. Estaba en estado de shock por el contenido de esos documentos. Lo que él leyó en ellos cambió su vida completamente. Desde ese momento mi marido, que era un ciudadano conservador, se dejó el pelo y la barba largos y nunca volvió a cortárselos. Lo que es más, el Centro Médico VA le dejó hacerlo y otros hombres conservadores del equipo siguieron su ejemplo. Como leí aquellos documentos, esto es lo que aprendí en ellos”.
¿Qué decían aquellos documentos?, aquí es que comienza la teoría de la conspiración: «Durante la Guerra de Vietnam, las fuerzas especiales en el departamento de guerra habían enviado a expertos para seleccionar a hombres de las reservas indias de América que fueran guerreros con talento, hombres jóvenes que se movieran bien sobre el terreno de guerra. Buscaban hombres con capacidades excepcionales, casi sobrenaturales. Antes de
tratar de convencerles a unirse a ellos, eran cuidadosamente seleccionados por sus capacidades de rastreo y supervivencia». Sin embargo, las habilidades por las que habían sido seleccionados parecían desaparecer una vez que entraban en servicio activo.
Investigando, los hombres mayores «contestaban una y otra vez que eso se debía a sus cortes de pelo militares y que no podían “sentir” al enemigo, ni acceder a su “sexto sentido”, su “intuición” y que por eso sus sentidos no podían ser fiables, ni ellos podían “leer” las señales más sutiles, ni acceder a información extrasensorial de tipo sutil. Así que el instituto que hacía las pruebas seleccionó a más rastreadores y les dejaba el pelo largo y les probaba en múltiples tareas. También compararon a dos hombres juntos que habían recibido los mismos puntos en todos los test. A uno le dejaban el pelo largo y a otro le daban un corte de pelo militar. Luego a los dos hombres les volvían a valorar». El resultado: Una y otra vez el hombre con el pelo largo mantenía los mejores resultados. Una y otra vez, el hombre con el pelo corto fallaba en las pruebas en las que antes había mostrado buenos resultados.
¿Qué pruebas hacían para comprobar la validez del cabello largo?
«El seleccionado está durmiendo en los bosques. Un enemigo armado se aproxima cuando el hombre duerme. El hombre de pelo largo se despierta de su sueño con un fuerte sentido del peligro y se aleja antes de que el enemigo esté cerca, antes incluso de que se escuche al enemigo o su paso sea audible. En otra versión de este test el hombre de pelo largo siente que algo se aproxima y de alguna manera intuye que el enemigo le atacará físicamente. Sigue su sexto sentido y se queda quieto pretendiendo dormir, pero rápidamente agarra a su atacante y le “mata” cuando éste intenta “estrangularle”. Este mismo hombre, después de haber pasado esta y otras pruebas similares, recibe un corte de pelo militar y empezaba a fallar constantemente en las pruebas que antes había aprobado. Así que el documento recomendaba que todos los rastreadores indios estuvieran exentos de los cortes militares. De hecho, se requería que los rastreadores tuvieran el pelo largo».
¿Tiene valor científico este resultado?
«El cuerpo del mamífero ha evolucionado por millones de años. Las capacidades de supervivencia tanto humanas
como de los animales parecen a veces sobrenaturales. La ciencia está constantemente descubriendo capacidades más increíbles orientadas a la supervivencia. Cada parte de cuerpo tiene un trabajo altamente sensitivo que realizar para la supervivencia y el bienestar del cuerpo en su conjunto. El cuerpo tiene una razón para cada parte de sí mismo. El pelo es una extensión del sistema nervioso, puede ser correctamente visto como “nervios exteriorizados”, un tipo de “hilos sensitivos” altamente evolucionados o “antenas” que transmiten una enorme cantidad de información al cerebro, al sistema límbico y neocortex».
La conclusión es que «no
sólo el pelo de la gente, incluyendo el facial en los hombres, ofrece un camino para que la información llegue al cerebro sino que emite energía, energía electromagnética emitida por el cerebro al medio ambiente exterior. Esto ha sido visto en fotografía Kirlian cuando una persona es fotografiada con el pelo largo y luego re-fotografiada después de un corte de pelo. Cuando el pelo es cortado, el envío y emisión de transmisiones desde y al medio ambiente es altamente alterado. Esto resulta en “bloqueo de información”. Cortar el pelo es un factor que contribuye a que no percibamos el estrés medioambiental en nuestros ecosistemas locales. También contribuye a insensibilizarnos en las relaciones de todo tipo. Contribuye a la frustración sexual».

El artículo finaliza recordándonos otra historia, en este caso de la antigüedad, referida a cuando Dalila le corta el pelo a Sansón, momento en que – por primera vez – es vencido. ¿Tendrá esto alguna explicación científica entonces? ¿Qué opinan?, es teoría de la conspiración, rigor científico, ¿nos estamos perdiendo de algo al querer afeitarnos todos los días, o las mujeres depilarse?, lo que si es cierto es que esto es mi Visión Particular para generar debate.
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