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¿Se pueden prevenir los riesgos cardíacos?


«Manuel Humberto de 47 años, a  menos de 1 hora de haber iniciado con dolor en el pecho acudió a urgencias,  en cuanto ingresó al hospital se desmayó por una arritmia que le causó una parada de corazón. Afortunadamente los médicos del servicio de urgencias lo lograron reanimar y en los siguientes 30 minutos le realizaron una angioplastia eliminando el coagulo que bloqueaba su arteria».


«Arturo de 37 años inició con dolor de pecho y acudió al Hospital con menos de 3 horas de evolución. Se identificó un ataque cardiaco y se decidió realizar cateterismo y angiografía coronaria. En el estudio se demostró que tenía la arteria coronaria derecha tapada totalmente por la presencia de un coagulo.  Se realizó angioplastia con balón y se implantó un stent de forma exitosa, actualmente Arturo realiza vida normal».

«Rosa de 63 años que por sensación de falta de aire y dolor en

la espalda  acudió al hospital de su comunidad. Se le diagnosticó un infarto cardiaco inferolateral de menos de dos horas de evolución. El médico que la recibió le administro un medicamentos fibrinolitico (estreptoquinasa) para eliminar la obstrucción. A pesar del medicamento, continuó con dolor por lo que su médico decidió trasladarla para tratamiento invasivo. A las 7 horas de evolución en el cateterismo se encontró la arteria parcialmente abierta con flujo disminuido, se logró dilatar y eliminar la obstrucción para normalizar el flujo. Rosa se dio alta a las 72 hrs».


Estos son algunos casos de complicaciones cardíacas y sobrevivencia de pacientes, de una enfermedad que según la Organización Mundial de la Salud «causa la muerte de 7.5 millones de personas y representan 12.8% del total de las muertes (OMS, 2013b); además, señala que uno de cada tres adultos tiene la presión alta (OMS, 2012), lo que preocupa por las complicaciones que genera: insuficiencia cardiaca, enfermedad vascular periférica, insuficiencia renal, retinopatía y discapacidad visual».

Pero ¿cuáles son las causas que generan complicaciones del corazón?

Tal vez algo tengan que ver los resultados de un estudio

científico que destaca que «por cada 4 puntos de aumento en el índice de masa corporal, el riesgo de enfermedad cardíaca incrementa en un 26%».

Una nota de prensa enviada por María Alicia Rodríguez, de Proa comunicaciones integradas, menciona el estudio «publicado en la revista Plos One en su edición de agosto de 2012», donde se calcula que para el «año 2030 más del 50% de los hombres y más del 60% de las mujeres de América Latina serán obesos. Asimismo indican que al haber un aumento en los índices de obesidad también incrementará la incidencia de ENTs en la región».


«Reducir los niveles del índice de masa corporal (IMC) en las personas tiene un efecto dramático en la incidencia acumulada de ENTs. Por ejemplo, encontraron que al disminuir el IMC en un 5% se pueden evitar hasta más de 1 000 casos de personas con enfermedades cardíacas para una población de 100 000 habitantes», son algunas de las conclusiones de este estudio.

En otra investigación publicada «en la edición de mayo de esta misma revista se indica que está comprobado científicamente que hay una relación directa entre el aumento del IMC y el riesgo de padecer alguna enfermedad cardíaca. Según los autores del estudio, por cada 4 puntos de aumento en el IMC, el riesgo de enfermedad cardíaca isquémica (cuando el corazón se daña por falta de oxígeno) aumenta en un 26%».

Edgar Hernández, cardiólogo del Hospital Roosevelt de

Guatemala, consultado en esta nota de prensa, menciona que “existe una variedad de factores de riesgo que aumentan la probabilidad de padecer enfermedades cardíacas, entre ellos los biológicos (edad y genética) y aquellos que están relacionados con hábitos de vida que sí se pueden modificar, como una dieta desbalanceada y el sedentarismo, dos de las principales causas de la obesidad”.

¿Qué Hacer?


«Analizar los hábitos alimenticios y la actividad física que se realiza es primordial para alcanzar un estilo de vida activo y saludable. La meta es  buscar un balance entre la ingesta y el gasto calórico», indica el experto.

Para determinar si una persona tiene sobrepeso u obesidad, el «indicador más adecuado es el IMC, el cual mide la relación entre el peso y la talla en los adultos. Se calcula dividiendo el peso de una persona en kilos por el cuadrado de su talla en metros (kg/m2). Según la Organización Mundial de la Salud»:

Aquí podemos comenzar a plasmar algunas recomendaciones para evitar que la obesidad juegue en nuestra contra.

Cifras de la Organización Mundial de la Salud señalan que «un

80% de los infartos prematuros se pueden prevenir al mantener una dieta balanceada, actividad física regular y al abandonar el consumo de tabaco».

Para una alimentación equilibrada debemos incluir «suficientes cantidades de cereales, leguminosas, frutas, verduras, lácteos, carnes, pescados, aceites y grasas». Sin embargo, la principal recomendación sería recordar que «ningún exceso es bueno y que no hay alimentos buenos o malos, solo dietas mal balanceadas”, como lo menciona el doctor Hernández.

Lo que sí debemos evitar en exceso es la ingesta de pan, tortillas, pasta, y grasas de alimentos fritos, mantequilla, papas fritas, porque ellos propician «la ganancia de peso».


«También es fundamental mantener una adecuada hidratación porque favorece el transporte de nutrientes y su utilización. Además, permite regular la temperatura del cuerpo, elimina toxinas y desperdicios metabólicos del organismo».

Nuevamente, y aunque hay muchas personas que evitan este tema, es necesario recordar que toda alimentación balanceada debe estar acompañada de «actividad física regular» (caminar a paso rápido, trotar, andar en bicicleta, bailar durante 30 minutos por lo menos 5 veces a la semana), porque mantener la buena salud en general, tiene un «efecto benéfico

sobre la presión arterial, el metabolismo del azúcar y el de las grasas».

El tercer elemento en la prevención de las enfermedades coronarias es la educación, «porque las causas que llevan a las personas a ser obesas y a tener enfermedades relacionadas con la obesidad son totalmente prevenibles».


Como siempre se aconseja en estos temas de salud, lo principal es el conocimiento, leer estar informado, y acudir al médico para que nos establezca un plan de alimentación balanceada, con una lista de ejercicios de acuerdo a nuestra condición física. Los casos mencionados al principio de personas que sobrevivieron a una condición cardiaca son algunos de los afortunados que vivieron para contar su experiencia, pero ¿cuántos no lo han logrado?, seamos más que una estadística y mantengamos alejados de los centros de salud, a los que deberíamos acudir solo como prevención y no para tener que curarnos algo que pudimos  evitar, o esa es mi Visión Particular.


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