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Un mapa para despertar la percepción artística

Hay días en que los  relojes, los zapatos y los faroles son simples objetos cotidianos

Y otros en que pueden suscitar revelaciones que los convierten en poesía.

Texto del mapa perceptivo

Cuando estaba en México me tocó hacer el calendario de la empresa en la que trabajaba y – luego de mucho pensarlo – la propuesta fue utilizar los murales que están en las estaciones del metro de la capital azteca….El resultado fue que muchos no se habían detenido a ver la cantidad de obras de arte que existen en el subterráneo y se quedaban maravillados con las imágenes del calendario… Definitivamente, no vemos lo que nos rodea, precisamente por eso, porque se vuelve costumbre.


Este pudiera ser el mismo principio que utilizó María del Carmen Sánchez en su Proyecto Mapa, que permitió construir en el barrio 12 de octubre de San Salvador de Jujuy un registro con el espacio cotidiano para  transformarlo en una percepción vivencial.

El Proyecto Mapa, un taller de creación artística para artistas plásticos, actores, actrices y performers de Jujuy, fue organizado por ADN (Arte De Nosotros) para  – entre otras cosas – incentivar la investigación de prácticas contemporáneas en teatro de calle y en artes performativas, a fin de producir creaciones innovadoras.


Conversando con María del Carmen me explicó que esta propuesta es fruto de un postgrado que ella realizó en Ciudad y Creación Artística, en la Universidad de Lleida (Cataluña). De esta experiencia académica le surgió la idea de generar una mira distinta «sobre la realidad, desde la percepción, que es distinto a la imaginación».

Aclaró que la percepción es poner en visión lo que no se ve desde toda la información que nos pueden dar los distintos sentidos, como olores, sabores, agregando a eso la memoria.


Como ejemplo del cambio de percepción, cuando se modifica la visión, dijo que uno de los participantes de este seminario contó que él transitaba esa calle todos los días y una soga que siempre veía era simplemente eso, pero ahora miraba una hamaca con niños jugando…algo así como el ejemplo que cite del calendario y los murales en las estaciones del subterráneo.

Este proyecto perceptivo buscaba generar un «mapa sensorial, poniendo en visión los detalles, a través de distintas consignas para que los participantes generaran fotos y otros elementos» para construir una memoria colectiva que pueda inspirar otras expresiones artísticas.


Con este cambio de paradigma se obtuvo información sensorial de algunas zonas del barrio 12 de octubre recorriendo sus plazas, mercado, calles, personajes que permitió hacer un levantamiento para crear un Mapa donde se muestran los distintos detalles recogidos durante la fase de conocimiento, con elementos de textura, fotografía, sonidos, frases escritas con los disparadores sensoriales,  lo que – al final – provocó una nueva mirada tanto en los participantes como en el público que visitó la muestra (mapa) con que cerró este seminario.

En los barrios y sus calles, siempre quedan huellas – del tiempo, de las vivencias – como una casa que ha pasado por diversas capas de pintura, o una calle que antes era un camino de tierra pero ahora pasa por ella una ruta. Conocer esas historias nos permite saber quiénes hemos sido, quienes somos y tal vez quiénes podremos ser.


En el barrio 12 de octubre había un matadero, que muchos no recuerdan, y a veces las vacas, luego de bajar de los camiones, transitaban libremente por las calles, mientras eran arriadas hasta el matadero, y en más de una ocasión se descarriaban del camino.

«Una profesora de literatura me contó – en otro ámbito – que hay un relato de una vaca que entró a una farmacia» esas son las historias que construyen la identidad de un lugar y despiertan sensaciones y memorias, según Sánchez.


Las consignas con las que trabajaron los participantes – del 12 al 21 de marzo, en la Sala Teatral Jorge Accame – fueron: Los Rastros: las huellas que van dejando las personas en el uso cotidiano de su barrio; Las Huella del Tiempo: captar los cambios en casas o en las calles, como las distintas capas de pintura o el hueco que quedó al mudar medio metro el timbre de la puerta;  Hacer Relatos: generar un relato a partir de una imagen que provoca una determinada asociación con la vida personal de quien estaba en el taller, relatos que estarían en la muestra final para el público; La Percepción de las Sombras: Una caminata para que solamente llamaran la atención las luces y las sombras.


Otra de las consignas fue la Irregularidad de los Terrenos: la sensación en la planta de los pies del terreno y su textura, sus irregularidades al caminar; Los Olores: La ciudad es una mezcla de olores y son disparadores creativos; Los Ritmos de la ciudad: Por zonas los ritmos cambian, hay calles más transitadas, como la del mercado, con vendedoras que tienen características espéciales en su trato con el público o con personas que entran con una velocidad y salen con otra luego de realizar las compras, mientras que otras zonas son más tranquilas, entre otras consignas.

Como la misma calle, este taller estuvo integrado por un universo diverso de creadores, porque había actores,  artistas plásticos, entre otros, pero a todos les ayudó a desarrollar la percepción, la sensibilidad, observar, en general se buscaba lograr una mirada distinta sobre la realidad.

Historias disparadas por las imágenes

Si la intención del taller era lograr que los participantes tuvieran una mirada distinta de la realidad, el día de la muestra final, con más de 140 fotos y relatos, en el público se generó otra reacción: despertó sus memorias y sus recuerdos.


Así fue el caso de la señora Rosita, vecina del barrio 12 de octubre desde hace muchos años, quien al mirar el mapa, las fotografías, los textos y lo expuesto, comenzó a recordar su juventud, lo de las vacas sueltas, el circuito de motocrós que había, la única línea de colectivo que existía y los horarios de circulación.

Esta dama compartió sus vivencias en la zona que estaba trazada en el mapa y aportó datos que algunos habían destacado en sus recorridos, pero también suministró nueva data que puede ser tomada en consideración para ampliar la información del mapa perceptivo.


En el plano personal,  María del Carmen Sánchez contó que como experiencia este proceso le dejó el conocimiento de un ritmo distinto al que ella traía – ella vive en Italia – y eso la obligó a adaptarse a la realidad jujeña y concretamente a la del barrio 12 de Octubre, mientras que el descubrimiento fue la característica más resaltante que ella observó en los participantes, pues cada día tenían que responder una pregunta inicial que movilizaba las acciones de la jornada y una pregunta al finalizar el trabajo.


Muchas de estas preguntas estaban volcadas en el mismo mapa y lo interesante es que – según María del Carmen – sea en Italia, o en España o en Jujuy, todos nos hacemos las mismas preguntas que tienen que ver con nuestra condición de seres humanos y la trascendencia de nuestras acciones.

Parafraseando a Facundo Cabral, no importa si somos de aquí o de allá, porque lo valioso es que nos gusten el sol, las golondrinas, saltar balcones,  abrir las ventanas y las canciones en francés. Además que todo eso nos haga ser feliz para que ese sea nuestro color de identidad, o esa es mi Visión Particular.

Francisco Lizarazo

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