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Cortes no programados, artefactos eléctricos averiados, protestas por parte de diferentes sectores del país, colapso de tráfico en distintas entidades, cambio de huso horario, retrasos en tratamientos de salud e intervenciones quirúrgicas, y hasta supuestas muertes por fallas de energía han sido solo algunas de las consecuencias del denominado Plan de Administración de Carga (PAC), que no es más que un vulgar racionamiento impuesto por el Ejecutivo Nacional y que según el ministro de Energía, Luis Motta Domínguez, está próximo a culminar.
Por solo citar un caso, el pasado miércoles 13 de abril de este año, siete recién nacidos murieron en el Hospital Dr. Luis Razetti, ubicado en el estado Anzoátegui. Un grupo de familiares de los neonatos denunciaron a través de los medios de comunicación que el hecho ocurrió luego de una interrupción eléctrica que se prolongó por unas doce horas, explicaron que a pesar de la emergencia al personal encargado le tomó unos cuarenta minutos solventar la situación.
Por su parte, el doctor Luís Díaz, director del mencionado centro asistencial, pareciera no reconocer que lo sucedido probablemente incidió con el fallecimiento de los bebés. Mientras que el gobernador de la entidad, Nelson Moreno, informó que hubo una avería en la planta eléctrica que originó un cortocircuito e inhabilitó el sistema de cableado que surte de energía al centro de salud.
Cada día son más notorias las protestas por parte de ciudadanos y gremios que exigen respuesta al Gobierno, por lo que el tema de los apagones se ha elevado y algunos políticos lo catalogan como un asunto de violación de los Derechos Humanos, pues ha llegado a atentar contra la vida de algunas personas, al punto que dentro de la solicitud realizada por el secretario de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, con el fin de activar la Carta Democrática para Venezuela se encuentra contemplada está situación.
Causas de la crisis eléctrica
Para nadie es un secreto que la situación eléctrica del país es cada vez más alarmante, el 21 de abril de 2010 se registró un apagón desde el oriente al occidente del país que dejó sin energía a 15 de los 24 estados que conforman la nación y a pesar de que el Gobierno hacia sido advertido sobre las fallas en el sector, la salida más rápida en ese momento fue implementar un plan de racionamiento temporal que dejó sin suministro de energía a la población por unas 12 horas a la semana.
Pero ¿cuáles son las causas reales del problema? Tanto en el pasado, como en el presente, el Ejecutivo Nacional se ha empeñado en señalar al fenómeno “El Niño” como principal responsable del caos eléctrico, y es que Venezuela depende de un 70% de la Central Hidroeléctrica Simón Bolívar, por lo que al alcanzar su mínimo histórico de 240 metros sobre el nivel del mar el pasado mes de marzo, sería normal creer que de alguna manera el factor climático colaborado a la crisis.
A juicio del ex viceministro de Energía y Minas (1999 – 2002), Víctor Poleo, cuando representantes del Gobierno aseguran que la sequía impuesta por el mencionado fenómeno climático es la principal causante del PAC, solo es coartada para no admitir que se han cometido errores bajo su administración, pues durante los mandatos del ex presidente Hugo Chávez no se realizó ningún tipo de mantenimiento preventivo en las principales termoeléctricas del país, lo que creó la dependencia del Guri, aseguró.
“El Niño ha sido bastante reiterado. En 60 años de hidrología del Caroní el fenómeno ha estado presente en por lo menos unas 25 ocasiones, pero solo en los dos últimos períodos ha sido conocido por los venezolanos porque de alguna manera ha contribuido a la crisis”, igualmente indicó que en las centrales eléctricas de la nación existe la ausencia de personal preparado en el área.
Del mismo modo, señaló que la raíz del problema consiste en que las plantas que utilizan combustible derivados del petróleo no complementan al Guri, por lo que a pesar de que éste alcance su cota normal no será capaz de satisfacer la alta demanda nacional, es decir, que el Ejecutivo estaría obligado a generar energía mediante dichas centrales, de lo contrario solo ofrecería una solución momentánea como ocurrió hace unos seis años atrás, y nuevamente el país estaría al borde de un colapso eléctrico.
Asimismo, el también ingeniero, mantiene la hipótesis de que la actual crisis ha sido una jugada intencional por parte del Gobierno y que su principal objetivo es “domesticar y amaestrar” a la población venezolana, como si de animales se tratara, pues al cortar el suministro de energía es capaz de controlar la actividad económica e industrial de la nación y logra generar dependencia en los residentes.
Poleo catalogó de “agresiones” las políticas que han sido aplicadas durante más de una década por parte del Estado y que a su juicio están en contra de la sociedad y del aparato productivo de la país, dijo que “es un experimento cubano-soviético que no desea la electricidad, ni el conocimiento y de ahí se anidan los mecanismos de sumisión y domesticación del pueblo.
Corrupción y politización
Por otra parte, una fuente anónima vinculada a un alto cargo en la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec), concordó con Poleo al afirmar que la política de la estatal durante años ha sido la de realizar “mantenimiento correctivo”, más no ha implementado ninguna estrategia que anticipe cualquier dificultad que pueda suscitarse en el sistema, por lo que a pesar de haber superado un posible colapso el sistema eléctrico la situación sigue siendo delicada.
Los trabajadores de Corpoelec hacen su mayor esfuerzo aunque no cuentan con la indumentaria que requieren para poder laborar, nuestra fuente resaltó que dentro de la empresa “los trabajadores no tienen los equipos necesarios, no cuentan con los repuestos requeridos, no poseen las unidades para trabajar, pero ahí los vemos trabajando con las uñas, o sea, hay profesionales buenos, hay motivación por parte de los empleados a pesar de que la empresa no te motiva, hay ese querer servir al pueblo pero lo hacen con lo que tienen”.
Según el especialista, es un tema que va mucho más allá de la desprofesionalización, precisó que desde hace algún tiempo existe la presencia militar en puestos estratégicos y dichos funcionarios no están capacitados profesionalmente para ejercer funciones de gerencia, por si fuera poco, a pesar de que durante años el Gobierno ha destinado millones de dólares para realizar las mejoras en el sistema eléctrico, es un hecho que ha existido corrupción, por lo que hasta la fecha no hay mejoría dentro del sector.
“Evidentemente existe la desinversión, no es solo el factor climatológico el que ha causado que hoy tengamos un Plan de Administración de Carga, sino que no se han hecho los gastos necesarios, además, se han desviado recursos y no se han enfocado en hacer inversiones importantes a nivel termoeléctrico”, sostuvo nuestra fuente.
Durante muchos años el Estado ha realizado una serie de convenios internacionales con el fin de iniciar proyectos ambiciosos, entre ellos la Central Hidroeléctrica Tocoma, que está al sur del país y que debió haber sido inaugurada durante el año 2013, pero hasta el momento no se encuentra operativa, por lo que es fácil concluir que hubo una desviación de recursos, de la misma manera, subrayó que la culminación de Tocoma costaría una importante suma de dinero a la nación caribeña.
Por casi una década se ha denunciado la presencia militar en las principales industrias públicas y Corpoelec no ha escapado de esa situación. Poleo, destacó que la injerencia ha favorecido a la actual crisis, pues los efectivos no están capacitados para ejercer labores dentro de la estatal, al contrario, su misión debería seguir siendo proteger y resguardar a la nación de cualquier amenaza, al mismo tiempo, criticó que el Ejecutivo Nacional haya permitido mano de obra cubana en distintas plantas de energía, a su juicio estás personas tampoco cuentan con la capacitación apropiada.
“Estamos hablando de una década de mala praxis, en la que nuestro sistema eléctrico ha sido manejado por personas que no poseen conocimiento en la materia, entre ellos los cubanos, ellos estuvieron actuando en Planta Centro, también en El Caroní (Central Hidroeléctrica Simón Bolívar), y está claro que han manejado un sistema eléctrico que desconocen, ellos conocen de instalaciones de los años 50, muy antiguas”, enfatizó.
Argumentó que el régimen venezolano ha utilizado los supuestos sabotajes en el sistema eléctrico para poder tomar control militar de la estatal y es que desde el 2005 el ex presidente Chávez inició “la politización y militarización” del sistema, incluso a pesar de que ha habido civiles a cargo del Ministerio de Energía, en su mayoría han sido efectivos militares quienes ocupen los puestos de mayor envergadura, hasta llegar a la actualidad en donde el general Luis Motta Domínguez es quién está a cargo tanto del Ministerio, como de la presidencia de Corpoelec.
Exclusión de la capital en el PAC
Hoy, seis años después de los primeros cortes programados que realizó la anterior administración de Miraflores, se repite la misma historia, tanto políticos como ciudadanos repudian el hecho de que Caracas siendo la ciudad con mayor consumo eléctrico del país, esté excluida del cronograma de cortes, pero ¿a qué se debe la excepción?
Tanto nuestro informante como el ex viceministro de energía, Víctor Poleo, concuerdan en que es una decisión meramente política, pues la capital es el seno de todos los poderes públicos y consideran que es una cuestión de seguridad nacional, aunque en dicha ciudad si ha habido cortes y apagones, más no estos no han sido establecidos dentro del PAC. Durante los pasados meses usuarios de la red social Twitter han denunciado en reiteradas ocasiones la suspensión del suministro por hasta ocho horas en zonas residenciales y comerciales de la mencionada ciudad.
Es preciso recordar que anteriormente se intentó implementar un plan de racionamiento eléctrico que incluía a Caracas, aunque al poco tiempo de haber sido anunciado el Ejecutivo suspendió la medida en medio de protestas, que a su vez, forzaron la salida del entonces ministro de Energía Eléctrica, Ángel Rodríguez, quien fue reemplazado por Alí Rodríguez Araque en el año 2010.
Soluciones inmediatas
Hasta la fecha el Gobierno parece hacer caso omiso a las advertencias que durante casi una década tanto políticos como ingenieros eléctricos han realizado, a medida que avanzan las horas es mayor la necesidad de realizar mantenimiento a las redes de distribución e incrementar las inversiones en el parque termoeléctrico venezolano, para así no depender de la energía generada por la central hidroeléctrica del Guri.
La fuente consultada, recalcó que la principal solución es la despolitización de la empresa, dijo que se deben devolver las gerencias de Corpoelec a personas estudiadas y capacitadas en el área, pues el personal que está a cargo actualmente no cuenta con el conocimiento requerido ni la experiencia en el manejo de personal, de hecho no aportaran positivamente, al contrario, entorpecen la labor de quienes a pesar de las adversidades están dispuestos a laborar en el lugar.
“Tenemos que entender que cuando se está en una empresa que presta un servicio a la población, sé es un servidor público, uno le sirve al pueblo sin distinción de colores, eso quiere decir que en las empresas del estado debe haber despolitización”, declaró el experto.
Asimismo, Poleo recordó que Venezuela posee el complejo termoeléctrico más grande de América Latina, Planta Centro, el cual paradójicamente no funciona a su capacidad instalada, por lo que a su juicio, la única manera de que la nación active nuevamente el parque térmico es si ocurre un cambio político.
“Con esta clase política nunca vamos a tener un sistema eléctrico como lo tuvimos desde la segunda mitad del siglo XX, un sistema eléctrico robusto, fuerte, desde el punto de vista de ingeniería uno de los más avanzados de Suramérica, porque en manos militares, en manos no profesionales, en manos inexpertas, no hay ningún interés de que este sistema vuelva a funcionar”, aseveró.
Analizando la situación expuesta por nuestras fuentes podemos deducir que la situación es bastante crítica, aunque es probable que se haya superado el temido ‘blackout’, el Estado debe invertir y realizar mantenimiento preventivo a las centrales eléctricas que utilizan combustible derivados del petróleo, de lo contrario Venezuela seguirá a oscuras y en cualquier momento podrían generarse apagones de gran magnitud tal y como sucedió hace seis años.
Abrahán J. Cumana Caballero
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