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Víctimas Discapacitadas por Accidentes de Tránsito tienen su día


Las estadísticas del año 2013 señalan que los accidentes de tránsito provocaron la muerte de 8.000 personas en Argentina. Mientras tanto, las cifras publicadas por la página web forodeseguridad.com tomando como referencia el Banco de Datos del Instituto de Seguridad y Educación Vial de Argentina (ISEV) indican que en el 2013 un total de 35.770 personas sufrieron lesiones graves.

Al menos un tercio de ese total (cerca de 12.000 personas) quedará con discapacidades físicas permanentes. Estas cifras significan que el promedio de discapacitados llega a la alarmante cifra de 33 víctimas por día.

Sin embargo, las cifras oficiales varían según la fuente y son cuestionadas por las entidades dedicadas a la seguridad vial.

El Banco de Datos del Instituto de Seguridad y Educación Vial de Argentina también tiene cifras que señalan que 6 de cada 10 heridos graves tienen menos de 30 años, lo que significa costos inmensos de todo tipo.

Si vemos estos hechos en términos económicos la etapa más cara del traumatizado (la primera semana) la paga el

Estado. Después empieza la pelea entre la obra social o prepaga y el seguro, a ver quién se hace cargo del resto.

A estos cálculos se debe agregar la pérdida de ingresos de las personas que cuidan a la víctima y la valoración económica de la calidad de vida perdida a causa de las lesiones.

Otro problema derivado de la misma situación: en el país hay muy pocos centros especializados en la rehabilitación de discapacitados.

Para luchemos.org.ar son 21 personas las que mueren por día; hay 7.485 víctimas fatales por año (2012) y unos 120 mil heridos de distinto grado y miles de discapacitados.

Para esta organización civil argentina, las pérdidas económicas del tránsito caótico y accidentes de tránsito superan los U$S 10.000 millones anuales.

Según la Comisión Nacional de Seguridad de Tránsito de Chile (Conaset), los accidentes de tránsito constituyen en ese país la primera causa de muerte entre los 20 y los 44 años y representan para el país un costo que se estima en más de US$500 millones, sin considerar el daño psicológico y el sufrimiento que traen consigo. Por otra parte, más del 20% de los accidentes de tránsito con resultado de muerte se deben a los efectos del alcohol al conducir. Durante el 2008 hubo 4.946 siniestros que tuvieron al alcohol como causa fundamental, con un total de 378 personas fallecidas y 6.145 lesionados.


En muchos casos, los accidentes de tránsito son producto de jóvenes manejando a alta velocidad, casi de madrugada y bajo evidente estado de ebriedad.

Por ello, la licencia de conducir más que un carné, es un privilegio que debiera traducirse en un adecuado desarrollo de autonomía y responsabilidad frente a ti mismo y a los otros.

Por Disposición Nº 0034/09, el 14 de abril ha sido declarado en Argentina como Día de la Victima Discapacitada por Accidentes de Tránsito para crear conciencia sobre la seguridad vial, cambiando la cultura que hoy se caracteriza por la imprudencia y la desaprensión por las normas de tránsito y la vida. Esta fecha y con otros nombres también se conmemora en diversos países, así que talvez este día no coincida en todos las naciones.

Algunas recomendaciones dadas por Ximena Sepúlveda, psiquiatra infantil y de adolescentes de la Clínica Las Condes, sugieren que desde muy temprano, los padres deberían referirse a los beneficios que trae el conducir y también a las responsabilidades de las que hay que hacerse cargo.

El tema del autocontrol es fundamental, ya que habrá que tener la capacidad de controlar algunos impulsos, los cuales a esta edad son importantes y frecuentemente se estarán expuestos a ellos.

Por ejemplo, el uso de alcohol y de otras drogas; poder controlar la rabia y enojo en situaciones de conflicto; la

tentación de andar a alta velocidad, sobre todo cuando esto produce placer y/o la sensación de ser poderoso y hábil para manejar; la capacidad de tolerar a otros que posiblemente manejen diferente (lentos, desafiantes, etc.); poder decir NO en algunas situaciones, como llevar en el auto más personas de lo que las normas de seguridad permiten, o llevar amigos bajo efectos del alcohol, quienes pueden estar confusos y descontrolados.

Para quienes conocen el tema de la seguridad vial lo principal es la prevención y por ello es importante la creación de Escuelas de Conducción que funcionen como cualquier otra institución educativa ofreciendo: un plantel con especialistas en educación vial que instruyan sobre las normas generales de comportamiento vial; los conocimientos acerca del vehículo; prácticas de conducción con un circuito adecuado y siguiendo los pasos que el docente indique a los alumnos, todo para que el conducir un vehículo sea una responsabilidad de quien esté frente al volante sin violencia ni tragedias.

Francisco Lizarazo

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