El 29 de agosto del 2005 la ciudad de New Orleans fue cubierta por las aguas, debido a la devastadora fuerza del huracán Katrina, que cobró la vida de cientos de personas y dejando a miles en la orfandad.
Pero no quiero hablar de esa Katrina, sino de otra, que también trae muerte, pero es latina y su llegada se celebra con
gozo y algarabía.
Esta «Catrina» es conocida por ser un producto cultural creada por «artistas mexicanos para hacer una representación metafórica de la alta clase social de México, que prevalecía antes de la Revolución Mexicana. Posteriormente se convirtió en el símbolo oficial de la Muerte, ya que en México se celebra el Día de los Muertos el 1 y 2 de noviembre en toda esta nación. El mexicano se burla de la muerte y juega con ella con cierta picardía y el debido respeto».
«La Catrina,» mejor conocida como la Muerte se la representa – algunas veces – alegre, vestida de manera elaborada, con ganas de divertirse e incluso coqueta y seductora con los mortales. Otras, se le ve en lo «huesos», presta a llevarnos cuando nos toca la hora, y antes también si ella lo considera prudente.
Es la invitada de «honor» en días como el de «Todos Santos» y el «Día de los Fieles Difuntos».
Esta doble identidad de «La Catrina» recuerda a los mexicanos que la vida es aquí, ahora y eternamente. La Muerte no debe ser vista como una bruja fea o como un ser sin rostro y con guadaña, sino como parte de la belleza de nuestra vida, como bella era Jessica Lange – la muerte – que constantemente seducía a Roy Scheider en la película musical «El Show debe continuar».
Pero “La Catrina” no es solo popular porque nos llega a visitar a todos, sino porque ha sido motivo de inspiración para artistas como:
Manuel Manilla: Caricaturista nacido en 1830 y la Flaca, la Huesuda o sencillamente la muerte, se lo llevó en 1890. Es considerado el precursor de José Guadalupe Posada por sus caricaturas que incluyen personajes esqueléticos.
José Guadalupe Posada: Nació en Aguascalientes, el 2 de febrero de 1852, conoció a «La Tía de las Muchachas» – oro de los nombres de «La Catrina»- un 20 de enero de 1913. Consolidó la fiesta del Día de los muertos, por sus interpretaciones de la vida cotidiana y actitudes del mexicano por medio de calaveras actuando como gente común. Desde entonces tenemos a la conocida pareja: El Catrín y La Catrina.
Diego Rivera: Nació en Guanajuato el 8 de diciembre de 1886 y «La Calavera Catrina» se lo lleva desde la Ciudad de México el 24 de noviembre de 1957. Es creador de diversos murales en distintos puntos del Centro Histórico de la Ciudad de México, así como en la Escuela Nacional de Agricultura de Chapingo, en otras ciudades como Cuernavaca y Acapulco y del extranjero como San Francisco, Detroit y Nueva York.
Pero la imagen de la muerte elegantemente vestida no solo es una representación pictórica, sino que es parte de la creación poética de los mexicanos y para destacar su relevancia comparto algunos poemas escritos a este personaje que está tan seguro que nos llevará al final que nos da toda una vida de ventaja.
LA MUERTE DE LA MUERTE
Y se me murió la muerte
de calor, que no de frío;
pues salió a tomar el fresco
vestida con un abrigo.
El día estaba soleado
aunque ya era casi invierno;
como llevaba tacones
se resbaló sobre el hielo.
El sol que la vio caerse
todito lo larga que era;
le puso brillo a los rayos
y la desnudó a la fuerza.
El abrigo por un lado
y los huesos sudorosos;
tan pronto se deshelaron
se convirtieron en polvo.
No se pudo levantar
el sol le daba de frente;
deslumbrada y sin zapatos
quedó ardiendo y sin poderes.
Y aunque mi pueblo es chiquito
desde que murió La Pelos;
el Alcalde ha decidido
dar cerrojo al cementerio.
A todos nos gusta el Sol
y que no falte el Gran Astro;
¡Ay! Si volviera La Flaca
moriríamos de asco.
©Julie Sopetrán
CALAVERITA DE LA ADVERTENCIA
La muerte vino a decirme
despacito y con esmero:
– La crisis es un gusano
que sólo come dinero.
Como yo no lo sabía
pues no le hice mucho caso;
con la guadaña afilada
me largó un buen batacazo.
Yo me encontraba en el paro
sin vestido y sin comida;
pues ya sólo me faltaba
de la Flacucha una herida.
A la muerte hay que escucharla
que cuando te habla al oído,
es porque quiere advertirte
que todo está muy jodido.
Y hay que cuidar la hipoteca
aunque no tengas contrato;
y asistir muy obediente
al curso del sindicato…
La muerte me habló muy queda
y por no escucharla tanto;
ahora me veo comida
por el Gusano del banco.
©Julie Sopetrán
-Tu día se llegó-, ¡maldita muerte!
hablando suavemente me lo dijo:
-Despídete por fin del regocijo
de vida que llevaste, ¡mala suerte!-
Inútil el pensar en que despierte
rezando con temor al crucifijo
-Ni pienses en buscar un escondrijo
de todas las maneras va a dolerte.-
Tomándome la mano la Catrina
la sigo y con temor nos retiramos,
el rumbo desconozco, por la esquina
pregunta tan feliz si nos casamos.
De entrada me latió tan mala espina
quizás a lo mejor, nos divorciamos.
La idea no perdamos:
Es mejor el morir con dignidad
que vivir sin creer en la verdad.
El Armador de Sonetos.
La muerte es vista desde muchas perspectivas, religiosa, social, económica, pero al final cada uno tiene una visión y un pensamiento sobre ella, porque «La Catrina» está presente en nuestras vidas desde que nacemos, y es ella la que determina cuándo nos llevará, ni un minuto antes, ni uno después, así que recordemos a Celia Cruz cuando nos decía que «la vida es un carnaval» y vivamos nuestra existencia de la mejor manera, o esa es mi Visión Particular, en conmemoración del Día de los Muertos.
#DíadelosMuertos #ElArmadordeSonetos #JoséGuadalupePosada #huracánKatrina #1y2denoviembre #LAMUERTEDELAMUERTE #DiegoRivera #Ellasiemprenossigueynosseduce #Catrina #películamusicalElShowdebecontinuar #NewOrleans #JulieSopetrán #ElCatrínyLaCatrina #JessicaLange #RoyScheider #29deagostodel2005 #CeliaCruz #ManuelManilla #México #CALAVERITADELAADVERTENCIA #lavidaesuncarnaval #VisiónParticular
Comments