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A propósito de “El Rey León”
Al igual que muchos tesistas de la Universidad Católica Andrés Bello, Cristian Bernal tuvo que tomar una decisión sobre su proyecto para lograr la licenciatura en Comunicación Social, mención Artes Audiovisuales y para ello, luego de participar por 3 años en el Grupo de Teatro de la universidad, siendo además un amante de los musicales de Disney decidió abordar su proyecto: representar el Rey León.
El principio de la tesis de Bernal se basa en la teoría de “espacio vacío” del director de teatro Peter Brook, por ello el escenario es una sabana vacía donde el texto, los actores y los músicos hacen que la magia surja en escena.
Pero ¿por qué el Rey León como proyecto de Tesis?
Para el nuevo comunicador social existían varias opciones a la hora de llevar a escena una historia de Disney, pero optó por el rey León porque además de ser un musical de gran complejidad y rica en colorido y en música, ofrece una lectura que a él le interesaba, sirve para hablar del país en el que vive – usando la selva y la comunidad de los leones – donde entre otras cosas, hay jóvenes que quieren salir para buscar un futuro mejor, que ofrezca mejores alimentos o una zona de mayor confort.
Esta asociación de ideas entre una obra de teatro, si se quiere infantil, y el entorno socio – político de Venezuela tal vez no sea evidente para muchas personas, pero el director sí encuentra esas “sutilezas” y como comunicador tiene ese trabajo para que lograr que lo anecdótico de la pieza quede como una reflexión.
Aunque el trabado de grado fue una asignación individual, el teatro es un hecho colectivo y para ello Bernal contó con la colaboración de Nicolás Boada, director musical del montaje, quien es el encargado – junto a 10 músicos – de la banda que en vivo nutre musicalmente a los más de 40 actores y técnicos que se unieron a este proyecto que mezcla el montaje de Broadway con la película de Disney, logrando un equilibro entre ambos espectáculos para ofrecer su propuesta en escena, que de tesis se transformó en una obra que tiene del 18 al 23 de enero su primera temporada en el Teatro de la UCAB ya no como una materia de requisito para optar al título de Licenciado, sino como un espectáculo para entretener y hacer pensar.
La historia del Rey León, para quienes no la recuerdan, nos habla del Rey Mufasa quien domina una extensa manada de leones y quiere preparar a su hijo Simba para el futuro, pero él – joven al fin – solo busca la diversión sin saber que existen trampas e intrigas a su alrededor, propiciadas por su propia familia: su tío Scar, quien logra tomar el poder y aunque las leonas llegan a quejarse de la falta de alimentos, así como del abandono en que está el reino, producto del desgobierno y de la incorporación de las “hienas” a la guardia real, al soberano poco le importa pues su meta está lograda: el Poder… Cualquier semejanza con realidades más cercanas es que somos mal pensados, aunque tal vez no lo seamos.
No crean que el Rey León es un cuento infantil simple que transcurre entre animales y que nada podemos aprender de ella, ya que esta historia es una versión de versión de Hamlet de William Shakespeare, con la misma trama, aunque han cambiado el final, pero la esencia es la misma: el príncipe que ha de vengar al padre asesinado por traición de su propio hermano y tío del protagonista (Hamlet), así como su posterior destierro y el fantasma del rey asesinado que exhorta retomar el control del reino. Recordemos que “En este mundo traidor, nada es verdad ni mentira, todo es según el color del cristal con que se mira”, como lo escribió el poeta Ramón de Campoamor en su obra «Lo absoluto» (1865).
Una temporada de seis nos ofrece Cristian Bernal y su equipo en el sótano del Teatro UCAB, ubicado en la planta baja del Módulo 4 del Edificio de Aulas de la Universidad Católica Andrés Bello, con una propuesta que de tesis es ya un montaje para que el público lo pueda disfrutar en familia. Solamente deben cuidar detalles como la música en vivo que “tapa” las voces de los actores en algunos momentos y zonas de oscuridad que hace difícil ver las expresiones de los actores, no olvidemos que en el público hay muchos niños que quieren ver bien las caras de los personajes y sus maquillajes.
Esta es la primera vez que desde una tesis personal se aborda un montaje de teatro musical – se ha hecho pero en tesis grupales – lo que ya tiene su merito porque no es fácil lograr consenso a la hora de involucrar a tantas personas, entre actores, técnicos y músicos, pero Bernal lo logró y ahora es la audiencia la que tiene la última palabra – más allá de un jurado calificador – para juzgar lo que en escena se ve. Mientras tanto, el nuevo comunicador social, al igual que Nala, buscará nuevos horizontes, específicamente en España, para ser parte del proyecto del Rey León que se exhibe en las carteleras de Madrid.
Como Rafiki, el mandril que en la obra es la conciencia de la tribu, el teatro es el santuario para reflexionar sobre lo que estamos haciendo y lo que podemos hacer como individuos, como sociedad y como país, o esa es mi Visión Particular.
Francisco Lizarazo @visionesp
Fotos del montaje
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