Inesperado
- VP Producciones
- 10 abr 2014
- 1 Min. de lectura
Un día de lluvia de febrero en Madrid, un parque húmedo y una caminata para llegar a casa…
Las botas puestas que no corresponden al día que hace, embarradas de tierra mojada y a punto de ser penetradas por el agua
El olor a humedad que evoca a los inviernos de tormentas y a los palos de agua del pueblo, la finca, las gotas cayendo en la cara, los juegos de niños y qué divertidos correr mojándonos
Permitirme vivir de nuevo esa sensación, la llovizna agradable y respirar un parque solitario porque cuando nos hacemos adultos ya no nos gusta mojarnos bajo la lluvia
Saborear el aire suave y con olor a tierra, caminar lentamente mientras siento que el agua llega a mis pies
La bonita nostalgia de un día de lluvia…

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